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Del depósito de Tribunales a los delincuentes.
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Del depósito de Tribunales a los delincuentes.
Tras levantarse el Secreto de Sumario en la causa que investiga la supuesta venta de armas de los depósitos de efectos secuestrados en Tribunales de Paraná, hablaron los que condujeron policialmente la investigación, el comisario Carlos Schmunk, y el subcomisario Gerardo Cornejo, jefe y subjefe respectivamente de la División Robos y Hurtos de la Policía de Entre Ríos.

"Manos de gente pesada"

"No podíamos creerlo. Cuando empezamos a tomar intervención a pedido de la Justicia pensamos que se trataba solo de dos o tres armas que estaban circulando o que era solo una versión", empezó diciendo Schmunk y añadió: "cuando nos fuimos adentrando en la investigación y empezamos a ver cómo era realmente el movimiento y a manos de qué tipo de personas llegaban esas armas, nos alarmó".

Reconoció el jefe policial que "a uno este tipo de hechos lo indigna, y lo digo no solo como Policía sino además como ciudadano, como persona, ya que las armas que se ocupaban de negociar desde Tribunales llegaban a manos de gente pesada" reveló y agregó: "esa gente que no tiene problemas de pegarle un tiro a cualquiera en un asalto o cometer un homicidio", analizó el comisario.

¿Cómo procedían los delincuentes?

Respecto a cómo procedían los investigados, el subcomisario Cornejo contó que los movimientos de las armas eran realizados siempre a partir de un llamado telefónico. "En un principio advertimos que no se mencionaban las armas, se manejaban con muchos códigos. Se usaban muchos sobrenombres y cada tanto nos encontrábamos con sobrenombres que eran conocidos en el ambiente policial".

"Se llegaron a captar negociaciones por armas de gran poder y municiones también, muchísimas. Nos ocupó muchas horas de trabajo y de escuchas telefónicas lograr establecer con valor para la Justicia quién era el que vendía las armas y con quiénes se relacionaba", dijo.

"Tenemos que admitir que ayudó mucho para la causa que en los últimos momentos de la investigación surgió una diferencia entre ellos, se pelearon, discutieron por una negociación en la cual no habían pagado por una entrega y allí, en el fragor de las discusiones, los disimulos y las codificaciones, quedaron de lado y surgieron nombres de armas y de personas que nos ayudó a llevar adelante los allanamientos con los que arrancamos el 5 de mayo", detalló más adelante el funcionario policial.

Informó que esa discusión se dio entre Maximiliano Bertoni (uno de los tres empleados judiciales imputados) y el imputado Borgogno, "por la falta de pago de una pistola que Bertoni le tenía que rendirle a El Viejo".

"Borgogno y López Alonso son dos civiles que usaban de nexo a Bertoni para obtener las armas y después ellos las ubicaban en manos de otros que las requerían", relataron.

Escuchas

Schmunk contó, como detalle a tener en cuenta, que, "luego de contar con la autorización judicial para las escuchas telefónicas, pudimos acceder al material que nos cedía la empresa prestataria del servicio de telefonía, pero eran grabaciones que tenían varios días, o sea que los investigados nos llevaban siempre seis o siete días de ventaja".

"Afortunadamente, esto se pudo revertir y para eso tuvimos que designar a un funcionario en Buenos Aires donde las llamadas se podían captar al momento de ser realizadas y, de acuerdo a la importancia de las mismas, nos era informado inmediatamente. Eso nos permitió montar vigilancia por ejemplo de las personas que planificaban un encuentro en determinado lugar y así individualizar quienes eran", relató.

Más revelaciones

Confirmaron, los responsables de la conducción de Robos y Hurtos, que "en ningún momento surge de las escuchas telefónicas el nombre o apellido del perito balístico del Superior Tribunal de Justicia, Antonio Vitali (también imputado y con prisión domiciliaria), y tampoco un sobrenombre que lo pudiera relacionar. Pero tenemos que destacar que en las escuchas a Bertoni (Maximiliano) se lo capta mencionando que él siempre tiene que rendirle cuentas a alguien que está por encima de él".

"Incluso, en algunas escuchas se lo identifica mencionando el apodo de El Viejo, a quien le rinde cuentas. Cuando Bertoni es detenido y llevado ante la Justicia, él mismo es quien menciona que El Viejo es Vitali. Por eso se allana el domicilio del perito Vitali y se pide su imputación".

Secreto

Schmunk y Cornejo admitieron que "fueron tres meses de trabajo bajo un marcado hermetismo. Nuestra comunicación era entre pocos que trabajamos en esta causa y con el fiscal Ignacio Aramberry", contaron y aclararon que, por supuesto, que estaban al tanto del trabajo nuestro director, Mario Leiva, y el jefe de Policía de Entre Ríos, Gustavo Maslein. Pero ellos mismos fueron al extremo responsables y nos respetaron que reserváramos toda la información de los avances", indicó.

Dejando en claro que cualquier adquisición de un arma sin documentación es una transacción ilegal, surgió el lógico interrogante si de las escuchas o de la misma investigación se desprende que si los servicios de Bertoni, a través de Borgogno y López Alonso, fueron requeridos en parte por gente que buscara un arma con fines de caza deportiva o tiro práctico.

"No, no nos consta que hayan intentado comprar un arma con esos fines, cosa que de igual manera hubiera resultado ilícita. Todas las negociaciones que pudimos rescatar en las escuchas se efectuaban con gente conocida en el ambiente del delito. Hay domicilios que se allanaron, aparte de los domicilios de los supuestos involucrados en las ventas, y se trata de gente que sabemos que usan armas para cometer delitos y negociaron con ellos.
Fuente: El Diario de Paraná.

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