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La ONG que empezó dando pequeños pasos, hoy camina a paso firme. Este viernes, celebraron la llegada de una nueva máquina para coser las pelucas: Era una necesidad y un sueño. Ahora Pelucas de Esperanza se extendió hasta la República Oriental del Uruguay e irá rumbo a México y Barcelona.

Hablar de cáncer siempre nos lleva a un lugar de tristeza, de enfermedad y hasta de miedo; pero gracias al enorme trabajo de un grupo de chicas, también se puede emparentar la palabra cáncer con lucha, esperanza, trabajo y solidaridad.

Evangelina García Blanco es una de las impulsoras de esta hermosa iniciativa, que conmovió a todo Gualeguaychú y fue contagiando a localidades de Entre Ríos y también de otras provincias.

El pelo crece, eso ya lo sabemos; pero montar toda una maquinaria y un circuito donde muchas mujeres donan su cabello, otras lo preparan, otras los cosen en las pelucas y otras las disfrutan mientras atraviesan un duro momento de su vida, hace que se genere un círculo de mucha empatía.

En pocos años Pelucas de Esperanzas se convirtió en una ONG reconocida en Gualeguaychú y muchos otros lugares del país. Evangelina junto a su equipo de trabajo ayuda solidariamente a muchísimas mujeres que padecen cáncer y la consecuente pérdida de su cabello.

Las chicas apuntan a que cada mujer use su peluca el tiempo que lo necesite y luego la devuelva en buenas condiciones, para que otra niña o mujer le pueda seguir dando utilidad.

Además, han realizado volanteadas concientizando acerca de la importancia de hacerse todos los chequeos preventivos para detectar la enfermedad a tiempo.
¡La buena noticia!
Este viernes, las chicas de Pelucas de Esperanza explotaron de alegría. Desde hacía tres años que necesitaban esta máquina y después de muchas piedras en el camino, por fin llegó.

Evangelina contó que esta máquina china debía importarse. Mediante un contacto en Madrid, lograron traerla a Argentina, ya que una marca de zapatillas muy reconocida era la única en contar con esta herramienta de trabajo.

Finalmente, ante la imposibilidad de llegar a comprar la máquina que en principio iban a comprar, decidieron importar una con menos funciones pero que de todos modos les cambiará la manera de trabajar.

La máquina de coser zapatillas original, fue reformada con repuestos australianos. Fue un hombre de 45 años oriundo de Merlo quien dedicó tres meses de trabajo a modificarla para que quede a punto, pero en el medio sufrió un severo accidente vial y una pulmonía.

Todo se iba demorando y dilatando en el tiempo, hasta que por fin todo estuvo listo. El transporte Mostto fue el encargado de traer gratuitamente la máquina desde Buenos Aires hasta Gualeguaychú.

En 40 minutos de práctica las chicas cosieron 1.50 metros de cortina de pelo, por lo que estaban muy emocionadas con lo logrado.

La máquina inicial costó 16 mil pesos; el viaje desde España hasta Argentina tuvo un costo de 12 mil pesos a los que se sumaron 26 mil más en los repuestos para la adaptación, por lo que se invirtieron más de 50 mil pesos.
Pelucas no para de crecer
Hace sólo 20 días, en Montevideo inauguraron la primera filial de Pelucas de Esperanza, y ayer se contactaron desde México y Barcelona con serios intereses en llevar el proyecto de Gualeguaychú.

Además, la filial de Crespo dio muestra del enorme compromiso que tiene con Pelucas de Esperanza. Ellos fueron los que más aportaron para la compra de la máquina y los que cada mes colaboran con fondos para pagar el alquiler de Gualeguaychú.

Para hacerte socio y colaborar con Pelucas de Esperanza, podés hacerlo desde 50 o 100 pesos. Los interesados pueden acercarse a Montevideo 86, los días lunes, miércoles y viernes: de 9 a 11 y de 16 a 18; y los martes y jueves sólo de tarde (16 a 18)
Fuente: Diario El Día

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