Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
La crisis económica se agrava año a año en el país y con ella la situación de millones de familias. La pandemia profundizó la falta de trabajo y las desigualdades, y cada vez son más las personas que necesitan asistencia para acceder a cuestiones tan esenciales como comer.

En ese contexto, los comedores comunitarios cumplen un rol fundamental. Sin embargo, la realidad también los golpea, porque la ayuda estatal se ha diversificado y las donaciones que les permitían subsistir y ayudar a sus vecinos más vulnerables también mermó.

Tanto desde ámbitos estatales como de las ONG´s coinciden en que hubo un aumento explosivo de pedidos de asistencia en este 2021, que se sumó a la grave situación que se arrastraba desde el 2020 de pandemia.

El programa televisivo Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) recorrió comedores comunitarios y merenderos de Paraná para conocer esta realidad que duele.
La lucha contra el hambre, en primera persona
El Comedor y Merendero “Los Niños Primero” de Barrio Cáritas ubicado en calles Xoul Solar y Francisco Berni, en la zona de Bajada Grande, asiste a vecinos de barrios Croacia, Cáritas y Cáritas II, Aceitera y aledaños. Funciona en la casa de Sandra Vallejos quien realiza un trabajo voluntario y solidario junto a toda su familia.

Ante Cuestión de Fondo mencionó que “desde que cerraron los comedores de las escuelas, la gente viene toda para acá porque es el único comedor que funciona a mediodía de lunes a viernes, y por esto, se incrementó la cantidad de gente”.

“Hay mucha emergencia, tenemos mucha demanda. El año pasado teníamos unas 340 personas en plena pandemia y hoy tenemos más de 400”, resumió y mencionó que “también se asiste a los vecinos con colchones, frazadas, los días de lluvia con el techo y el nylon cuando se inundan; en el comedor funciona un ropero comunitario y una escuelita de fútbol que este año se hace en conjunto con el municipio. Y la leche se entrega los lunes y viernes por la tarde para llevar, y martes y jueves se da la leche a los chicos en el comedor”.

Vallejos también contó que “lo más triste es que se ve que no hay trabajo, el changarín que salía a changuear para cortar pastos ya no tiene, los albañiles tampoco tienen porque las familias no pueden pagar, entonces a eso también lo sufrimos los pobres. Siendo pobres, el trabajo más común es la albañilería o el cortar pastos y esto nos afecta”.

Emilia y Miguel, voluntarios del comedor contaron que “se trabaja de lunes a viernes, divididos en dos grupos por los protocolos de la pandemia, entregando la comida a mediodía y la leche en la merienda, a unas 400 personas”.

Especificaron que “si bien se recibe ayuda del Estado con verduras, fideos y demás pero también nos organizamos para comprar carnes y otras cosas que no llegan”. “Nos vamos arreglando en el día a día, también con lo que conseguimos de donaciones y cuando no se consigue se hacen tortas fritas o panes”, mencionaron y destacaron que se recibe ayuda del Ministerio de Desarrollo, la Municipalidad de Paraná, la Dirección de Comedores y el Banco de Alimentos.

Resaltaron también que “se acerca mucha gente grande y mucha familia y se elige entregarle la comida a todo el grupo familiar, no solamente a los chicos como era antes”.

En otro punto de la capital provincial, el Centro Comunitario “Solidaridad” tiene a su cargo el comedor “Luis Pacha Rodríguez” de Barrio Belgrano que funciona a mediodía entregando 390 porciones y el Comedor “Los Gurises” ubicado en Barrio Presidente Perón que brinda la comida por la noche.

La responsable en Barrio Belgrano es Liliana Godoy, quien trabaja desde hace muchos años de forma voluntaria y dijo que “en esta época y el año pasado se incrementaron más beneficiarios por la gran necesidad que tiene la gente; hoy hay 100 personas más en Barrio Belgrano”.

Sobre la ayuda que se recibe, comentó que a través de la tarjeta Sidercreer hay un presupuesto con el cual se puede comprar los tubos de gas y el pan y la Municipalidad de Paraná provee la leche y galletitas.

De todos modos, afirmó que además de la comida “la gente tiene muchas otras necesidades; porque el barrio se distingue en que la mayoría de la gente es changarín” y mencionó que “en este momento se está trabajando con la modalidad de viandas que cada familia retira su porción para 8, 9 o 10 personas porque en el barrio en general hay familias numerosas”.

Lamentó que “año a año empeora la situación de las familias del barrio; es lamentable que hay muchas necesidades, especialmente en la parte alimentaria que más se necesita en los niños y los abuelos”.

Por su parte, Claudia Olivera, de Barrio Presidente Perón confirmó que “el trabajo es muy intenso porque últimamente se han agregado muchas familias para retirar la vianda, ya que por la pandemia hace un año que no se da de comer en el comedor”.

“Hoy se entregan 360 viandas mientras que el año pasado eran 250, es decir que se incrementó mucho y hay mucha necesidad no solo en el barrio sino que vienen de Colonia Avellaneda, Anacleto Medina, Villa Mabel, Villa 351, calle barrio Belgrano”, puntualizó. “Realmente hay mucha necesidad y la gente además de comida pide ropa, pañales, ropa para bebé, el año pasado se entregaron cobijas”, agregó.

Aseveró también que “se siente mucho la falta de trabajo” y admitió que “a veces no alcanza la comida, pero cuando eso pasa nadie de acá se va sin nada porque le damos una bolsita de arroz o de fideos, tomate, verdura para que en su casa puedan cocinar y alimentar a su familia”.

Hacia el sur de Paraná, en el Barrio Capibá, Remigia Lencina es responsable del Merendero “Los Pitufos” quien contó que su trabajo comenzó “el año pasado por la pandemia entregando la Copa de Leche y después empezó a llegar la ayuda de donaciones para dar la comida, pero este año no se puede dar la comida”.

Detalló que “el año pasado 44 familias de numerosos integrantes retiraban la vianda pero este año ya no se reciben donaciones de alimentos porque cada vez la situación está más complicada, u lo único que tenemos es por un buen carnicero que nos dona algo de carne y eso se reparte entre las familias del barrio”. Hoy hay 100 chicos que toman la leche en el lugar.

“Hay mucha necesidad, se entregaron kit escolares y zapatillas porque los chicos siempre necesitan, la gente siempre pide cosas; pero mi problema es que no tengo movilidad para poder buscar donaciones entonces dependo de que la gente se acerque a ayudar”, afirmó.

La mujer lamentó que “se ve la falta de trabajo en el barrio y cada vez es más triste la situación y se siente en los chicos que vienen a buscar la leche y nos cuentan que no tienen para comer”. Precisó que “la única asistencia que recibe el merendero es de la Municipalidad con la leche y galletitas pero a veces no alcanza entonces hacemos tortas fritas”.

“Ahora el municipio entrega bolsones de alimentos en calle Colón pero hay que sacar el turno por Internet y eso no se recibe enseguida, hay que esperar un mes o un mes y medio”, cuestionó.
Ayuda de las ONG´s
El Banco de Alimentos de Paraná es una de las tantas entidades de la sociedad civil que brinda asistencia en la ciudad. Efectúa dos entregas semanales de mercadería, los miércoles y los viernes, a 134 organizaciones que sostienen merenderos. La ayuda llega también a San Benito y Colonia Avellaneda.

El Comedor “Los Gurises” del Centro Comunitario “Solidaridad” recibió entre 2019 y 2021, 19.800 kilos de alimentos (yogurt, leche, crema, jamón, queso) que refuerzan el plato de comida que dan diariamente y mejoran la nutrición de niños y familias. A su vez este lugar apadrina a merenderos que no tienen una infraestructura en los barrios Base Aérea, Las Piedras, El Radar, Gauchito Gil, Gaucho Rivero, quienes recibieron 17.350 kilos de alimentos entre 2019 y 2021.

“Durante la pandemia, en la mayoría de los lugares se duplicó la cantidad de gente que asiste a pedir asistencia”, aseguró Carla una de las voluntarias de la entidad.
Asistencia municipal
Según pudo saber Cuestión de Fondo, en Paraná, la Municipalidad asiste con la Copa de Leche a 8.307 niños por semana en 52 merenderos de la ciudad; se entregan 480 módulos alimentarios por semana (unos 120 por día) formados por 13 productos básicos; y brinda un refuerzo alimentario en 33 jardines maternales llegando a unos 750 niños.

El año pasado cuando la pandemia golpeó más fuerte, se dispuso un refuerzo extraordinario para 85 comedores comunitarios donde se entregaba mercadería una vez por semana y la provincia fortificó la entrega de bolsones. Pero en este 2021 ese refuerzo municipal con alimentos se cortó.
Asistencia provincial
La ministra de Desarrollo Social de la provincia, Marisa Paira, informó a Cuestión de Fondo que en Paraná se acompaña con recursos económicos para la compra de alimentos a través de la modalidad de tarjetas a:

- 88 comedores comunitarios, llegando aproximadamente 11.000 personas según información que enviaron los integrantes de cada espacio. Este dato es aproximado ya que se está desarrollando un censo de este tipo de espacios.

- 31 espacios de primera infancia, que tienen llegada a aproximadamente 2.000 niñas y niños.

- 4 hogares para personas mayores, con aproximadamente 120 beneficiarios.

Además, la provincia tiene a cargo:

- 73 comedores escolares, aproximadamente 13.000 niños, niñas y adolescentes.

- 45 copa de leche que llega aproximadamente a 4.163 beneficiarios.

- 8.423 titulares de derechos con Tarjeta de Riesgo Social. Complemento de Celiaquía 214 personas y Riesgo Nutricional 324 personas.

Y se reciben transferencias de la Nación mediante la Tarjeta Alimentar que llega a 8.967 titulares.

En tanto, desde la Dirección de Comedores se informó que en abril se asistió con módulos alimentarios y Copa de Leche a 1063 comedores escolares llegando a unos 80.000 niños de toda la provincia; se llegó a 552 comedores comunitarios, 54 hogares de ancianos y 133 instituciones de primera infancia.
Fuente: Análisis Digital

Enviá tu comentario