Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Kueider habló sobre el debate de la Ley Bases.
Kueider habló sobre el debate de la Ley Bases.
Kueider habló sobre el debate de la Ley Bases.
El senador nacional Edgardo Kueider (PJ – Frente de Todos) habló sobre cómo marcha el tratamiento de la denominada Ley Bases en el Senado de la Nación. Lo hizo durante una entrevista concedida al programa “Lo que queda del día” (lunes a viernes de 18 a 20 por www.oidmortalesradio.com.ar) de FM 88.7 Oíd Mortales Radio. - ¿En qué estado está hoy la discusión y el debate de la Ley Bases en la legislatura nacional?
-Bueno, está por supuesto en discusión en el ámbito del plenario de las tres comisiones a la que fue girada. A la Comisión de Legislación General, a la de Legislación de Asuntos Constitucionales, a la Comisión de Presupuestos, y es un debate que contempla también la participación de varias personalidades que han hecho sus ponencias, sus aportes, han dado sus opiniones. Y esta semana comenzó ya lo que es el debate de los senadores, directamente a tratar los artículos del proyecto de ley.

En esa instancia está el oficialismo, obviamente, buscando obtener un dictamen rápidamente. Pero muchos senadores creemos que el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo, que tuvo algunas modificaciones en la Cámara de Diputados, aún tiene muchas cosas que son, a criterio de muchos de nosotros, cuanto menos atendibles y necesitan una consideración más amplia para poder ser tratadas y convalidadas, si así correspondiera.

-¿Da por hecho que va a sufrir modificaciones en el Senado, con lo cual debería volver a Diputados?
-Cien por ciento, así como está esa ley no puede salir. Hay muchas cosas que en Diputados las han dejado pasar y la verdad que no sé por qué, con tanto tiempo que estuvieron discutiendo, no arribaron a un proyecto mejor. Pero bueno, trataremos de nosotros darle el aporte que creamos oportuno.
Hay temas muy delicados, el tema del Régimen de Grandes Inversiones que, si bien todos vamos a coincidir que el país siempre va a necesitar inversiones, por supuesto, pero las condiciones tienen que ser atractivas para el inversor, pero tampoco pueden ir en contra de los intereses de la Nación.

Así como estaba va en contra, porque le otorga al inversor ventajas excesivas que, por supuesto son totalmente desproporcionadas con las empresas locales, con las industrias locales, y además de eso adolece también de un plan de acción.

Estamos hablando de concesiones de hasta 30 años en lo que son recursos naturales de la República Argentina. Pero tenemos que entender que los recursos naturales no son infinitos, o sea, el litio tiene un punto de explotación donde, bueno, en algún momento se acaba el recurso; entonces son fuentes que nosotros deberíamos utilizar para desarrollarnos, para crecer. Y es allí donde tenemos que apuntalar una estrategia como país.

O sea, esas inversiones y esa utilización de ese recurso natural tiene que servirle al país para reconvertir esa potencialidad en otra fuente de ingreso y de crecimiento y desarrollo, como han hecho otros países.

-¿Qué pasa en este aspecto con la participación de las provincias en la propiedad de los recursos naturales?
-Por supuesto hay discusiones con respecto a la cuestión constitucional, que tiene que ver con la potestad de las provincias en esto, es parte de las objeciones que se le han puesto al proyecto.

También, hay consideraciones de índole fiscal, que son competencias exclusivas de las provincias, por ejemplo, y el proyecto prohíbe que las provincias tomen medidas tributarias. Es decir, hay cosas que, digamos, hay que corregirle, hay que mejorarle al proyecto.
Yo fui un poco más al fondo del tema RIGI, puesto que desglosé ese capítulo entero, planteando que se lo trate por separado y en otra ley, porque me parece que es algo muy serio como para tratarlo así al nivel que se lo está tratando actualmente, así a las corridas, tratando de ver si se juntan los votos para llevarlo al recinto y aprobarlo así como está, y la verdad que es crucial cuando hablamos de las potencialidades del país en base a sus recursos naturales, litio, petróleo, gas, etcétera.

Estamos hablando de las herramientas que tiene el país para poder desarrollarse, tiene que haber un plan al respecto.

-Más allá del capítulo del RIGI, del Régimen de Grandes Inversiones, ¿la ley tiene otro nivel de posibilidades o igualmente hay que seguir desmenuzándola y probablemente podándola?
-No, hay varios puntos que tenemos que trabajar a fondo. Tenés las facultades extraordinarias, por ejemplo, que no es cierto que se estén pretendiendo las mismas facultades que se le han dado a otros presidentes. Esto no es así, porque si bien se les han dado facultades extraordinarias a otros presidentes, pero no al nivel que se lo está planteando en esta ocasión.

Acá se le están dando, o se le pretenden dar facultades legislativas en extremo, digamos hasta el punto de directamente disolver, privatizar y tomar medidas en muchos casos sin legislar, sin pasar por el Congreso, que en muchos aspectos atañen a la legislación vigente.

Entonces hay cuestiones que tenemos que ver. Sin dudas hay planteos diversos. Por ejemplo, algunos creemos que Aerolíneas Argentinas no se debería privatizar; algunos creemos que los medios públicos no se deberían privatizar; algunos creemos que la cultura y todas las instituciones culturales no se deben desactivar, desintegrar o, como se pretende hacer, disolver, porque no generan para el presupuesto nacional ningún tipo de alerta ni de alarma, ni inciden en forma sustantiva en el gasto público, al contrario.

Entonces, por supuesto que uno se opone a todo ese tipo de medidas. Lo mismo que con los organismos de ciencia y tecnología, algunos nos oponemos a que se elimine el INTI, por ejemplo, el INTA, que son organismos que no se pueden desintegrar, digamos, por una medida de gobierno que no se la termina de entender, a dónde apunta, en qué sentido va y porque esto habría de ser beneficioso para el país.

-¿Cómo está el conteo de votos para el avance o el rechazo de esta ley?
-Está muy parejo, está muy parejo, lo que pasa es que hay diversas posiciones con respecto a todos estos puntos que te mencioné y varios otros.
Yo ayer presenté 26 modificaciones al proyecto de ley, Lousteau presentó 40 modificaciones, otros senadores han presentado también 10, 12 modificaciones. Y esto pasa porque hay planteos diversos, propuestas diversas y obviamente en función de qué nivel de consenso se produzca en la discusión del plenario y qué texto de ley queda redactado y hasta dónde el oficialismo va a acceder a esos cambios.

Todo eso va a ser un motivo de variación o no de la postura de varios senadores a la hora de votar, o por lo menos a la hora de votar determinados artículos.

-Más allá de estas cuestiones puntuales que se planteaban en esta charla, ¿es necesaria una ley o es necesario discutir o repensar qué hacemos con lo público y con lo privado?, ¿qué hacemos con determinados organismos o con determinadas estructuras del Estado? ¿Es un debate que la política y la institucionalidad del país necesitan?
-Miren, el gobierno ha presentado iniciativas así masivas, digamos, de modificaciones masivas de cosas, recuerden el DNU que sigue vigente, donde había modificaciones a un sin número de leyes también, que el Senado rechazó, y ahora está ley, ¿no? donde también se modifican varias cosas y el oficialismo las propone como una Ley de Bases, como diciendo: bueno, acá empezamos de esta base y punto de partida, digamos, para un nuevo país.
Pero si ustedes se ponen a ver y analizar la Ley Bases, digamos, les faltan cosas, ¿no es cierto? O sea, no es claro qué va a hacer con la educación, por ejemplo, con cuestiones que son de fundamental importancia para el país.

Fíjense que cuando marcó los 10 puntos del 25 de mayo, del pretendido Pacto de Mayo, hay muchos temas que quedaron afuera.

Entonces, ahí es como que hay una mezcla ideológica en la propuesta, y hay una mezcla de temas que van vinculados a la cuestión del gasto.
Entonces, en cuanto a las cuestiones ideológicas, por ejemplo, podemos ver que con el tema de la cultura es una cuestión estrictamente ideológica. Ustedes recordarán que yo estuve a cargo del Ministerio de Cultura y Comunicación en Entre Ríos, y conozco perfectamente la incidencia presupuestaria de la cultura en el gasto público, y les puedo asegurar que es ínfima, o sea, no hay motivo para recortar ahí indiscriminadamente. A mí nadie me puede decir que la cultura genera un déficit, que al Estado lo pone en situación de riesgo, para nada. Entonces, esto es una cuestión ideológica, por ejemplo.
Después, si me decís, no, vamos a privatizar Aerolíneas, porque Aerolíneas tiene un déficit, bueno, es una cuestión que tiene más que ver con la economía, y también un poco con también la idea del gobierno de achicar el Estado a su mínima expresión, de hecho, es donde le damos un poquito de cuerda a Milei está diciendo que quiere que desaparezca el Estado prácticamente y ahí no estamos de acuerdo.

Por otro lado, te están diciendo que el Estado siempre ha sido mal administrador y eso es una de las fundamentaciones de muchas de las medidas, lo cual de cierta manera es cierto, esto de que el Estado no es un muy buen administrador en muchos aspectos. Pero si este gobierno es tan buen administrador y tiene al rey de las finanzas o de la economía, si tan bien puede administrar ¿para qué vamos a privatizar entonces? O sea, si sos tan buen administrador también lo podrías hacer desde lo público y no necesitas privatizarlo.

-A tu juicio, ¿esta ley es probable que no salga nunca?
-Miren, yo creo que esta ley está trabada, la verdad, muy trabada. Hay muchos cambios propuestos, y hay que ver qué nivel aceptación logra.
Pero también hay otra cuestión que yo insisto que tenemos que recuperar - y que a veces en el seno interno de algún sector de mis compañeros, digamos, no se entiende, porque hemos perdido la gimnasia y ya nos hemos olvidado, y creo que la política se ha olvidado, y creo que eso es parte de lo que hoy está pasando con la política, y eso es parte que ha permitido que hoy nos gobierne Milei - que es que hemos perdido el diálogo político.

Hemos perdido el ejercicio y la voluntad de poder llegar a consensos con otros sectores y otros partidos políticos o representaciones legislativas, ¿no?
Porque ahí es donde podamos mejorar las cosas, mejorar un proyecto de ley, y venimos acostumbrados a un blanco y negro, o sea, amigo-enemigo, o sea, te mando todo, estás de acuerdo, sos amigo, si no sos enemigo y se ha perdido el diálogo.

Tengo mayoría, impongo mayoría, y no me importa lo que opine el resto, y yo creo que eso que hemos perdido ha provocado que la política también pierda el rumbo, y yo creo que tenemos que recuperar eso, más allá de lo que el gobierno acepte o no acepte, porque si el gobierno también tiene una posición blanco-negro, creo que este Presidente ha sido muy claro con esas posiciones de blanco- negro, cuando no le gusta algo sale a agredir, a despotricar en contra del otro, a tratar al que se opone, a denostarlo, digamos, de una manera muy grosera, y la verdad que no es lo que se necesita desde el punto de vista de la política.

Yo creo que la sociedad está reclamando a la dirigencia que le podamos resolver las cosas, no que le compliquemos más las cosas.

Y en ese marco yo creo que es posible, en esta ocasión, acordar con otros sectores, acordar con el radicalismo, acordar con otros partidos políticos, y acordar modificaciones que mejoren una ley y que puedan servir realmente a los intereses de los ciudadanos.

Porque hay cosas que pueden ser interesantes, por ejemplo, la desburocratización, hay mucho trámite que se hace, que hace la gente, y se puede mejorar. Eso no está mal, por ejemplo, la verdad que no está mal, o sea, no todo está mal, hay cosas que se pueden mejorar, ahora vamos a mejorar en tanto y en cuanto podamos encontrar un ámbito de discusión, de debate, de propuestas, desprovistos, de egoísmo, cuestiones vinculadas a ver quién tiene más fuerza o menos fuerza, sino quién tiene la mejor propuesta para los ciudadanos, o entre todos construir una, pero creo que se puede dar eso, y yo voy por esa línea.

Yo no comparto la de rechazar todo, por rechazar todo, y esa lógica de que si al gobierno le va mal, mejor para mí, así yo puedo hacer opción electoral después, parece que eso nos ha llevado como país a una degradación tal, desde el punto de vista institucional y política, que nos muestra hoy esta crisis en esos aspectos que todos vivimos. Y las consecuencias las paga, por supuesto, la sociedad en su conjunto.

- Más allá de la Ley Bases, ¿cómo está viendo el escenario nacional, cómo está viendo esta gestión de Milei y hacia dónde se encamina el país?
- Bueno, la situación es compleja, muy compleja; porque el gobierno está basando su accionar en un discurso de equilibrio de las cuentas y de baja de inflación en situaciones que en realidad son ficticias.

Es ficticio, por ejemplo, lo de la baja de inflación por buena administración. En realidad, la baja de inflación se está dando más que nada por la gran recesión que hay. Y lo que tiene que ver con el superávit está vinculado a que el Estado no está pagando las cuentas, o sea, no está pagándole a nadie. De hecho, tuve que reclamar que le debían, no solamente que le debían excedentes y regalías de Salto Grande a la provincia de Entre Ríos, sino que le debían 7.000 millones de pesos de los gastos de funcionamiento de la represa.

Entonces, claro, si no pagamos la luz es muy fácil. Si no pago la luz en mi casa, no pago internet, no pago la tarjeta de crédito, no pago el almacén de la esquina, no pago el colegio de los chicos, no pago... Bueno, obviamente que si llega el fin de mes me va a sobrar plata. Bueno, eso es ficticio, porque esas cuentas después hay que pagarlas.

Lo que están generando es una deuda que hay que pagarla, y habrá que pagarlas en el corto plazo. No es que son deudas que las puedo patear para adelante, planchar para adelante fácilmente, lo que permitiría tener liquidez y poder ir llevando la economía. Entonces, es complejo, muy complejo.
Hay muchos sectores de la sociedad que lo está pasando muy mal. Mucha gente lo está pasando muy mal. Acá recordemos que han aumentado las tarifas de una forma muy grosera. Sumado a eso, que no se han dado las recomposiciones salariales correspondientes, sumado al aumento de combustible y sumado a la devaluación, es un combo muy difícil de digerir.

Pese a eso, veo que aún sigue sosteniendo el Presidente alguna aceptación por parte de mucha gente. Y eso capaz tiene que ver con que ha llegado un punto en la sociedad donde no quiere volver para atrás tampoco, o sea, no encuentra alternativas tampoco. Así como cuando lo votaron y dijeron, por más que Milei decía voy a hacer explotar todo y la gente decía sí, que explote todo, bueno, es como que ahora vamos al camino al que explote todo y la gente dice, bueno, está haciendo lo que dijo.

Estamos yendo a ese camino, el camino que nos dijo que nos iba a llevar y el camino que aceptamos ir seguramente piensa mucha gente que lo acompañó con el voto.

Nosotros, desde el lugar que nos toca, tenemos la responsabilidad de evitar o tratar de armonizar ese tipo de cosas, de impedir que suceda. - Hubo algunas declaraciones del diputado Juan José Bahillo, que dice que algunos dirigentes están muy enojados con Kueider. Bahillo cita a la diputada Blanca Osuna y dice que no habló de traición pero estuvo muy cerca. Se habla también de algún distanciamiento con el exgobernador y actual diputado nacional Gustavo Bordet. ¿Qué hay de cierto en estos distanciamientos, en estas diferencias internas con otros dirigentes del peronismo?
- Bueno, con Gustavo Bordet no tenemos absolutamente ningún distanciamiento, para nada. Ahora, por las declaraciones de dirigentes, es cierto que hay muchos dirigentes del justicialismo que abonan la idea de que acá hay que obstaculizar y votar todo en contra. Eso es lo que está pasando y yo soy de la idea de recuperar el diálogo político y mejorar las cosas. Entonces ahí tenemos una diferencia.

Yo nunca voy a compartir la idea de destruir o impedir a un gobierno, sea cual fuera, pero que al fin y al cabo es un gobierno democrático elegido por la gente, impedir que le vaya bien para tener yo o algún sector mejores expectativas electorales después.

O sea, no es mi posición, no es mi visión. Y si por eso tengo que soportar la crítica de algunos sectores del justicialismo, que no les gusta, o del kirchnerismo, que cuestionen, pero yo tengo una responsabilidad con la sociedad, con la gente que espera que le demos respuestas y soluciones. Yo con Blanca Osuna no comparto muchas cosas desde siempre, la verdad.

Ahora, lo que sí está claro es que yo he leído algunas cosas que han tenido repercusiones en medios públicos - en medios digitales o de la provincia y algunas otras, a lo mejor solamente por redes, pero que después terminan saliendo en algún lado - y más allá de todo eso ninguno de los dirigentes que ha elevado una crítica me ha llamado antes para preguntarme qué pienso. Bien. Ninguno. Ninguno. O sea, lo de Blanca es gravísimo lo que sale de decir; pero bueno, yo no le voy a contestar la verdad, no le voy a contestar.

Yo creo que acá hablar es muy fácil, criticar es muy fácil, hacer, digamos, discursos que algunos quieren escuchar es facilísimo, pero tenemos una responsabilidad mayor cuando ocupamos cargos de semejante envergadura y tenemos que obrar con madurez y responsabilidad.

Finalmente, en contraste con lo expresado en cuanto a la falta de diálogo con ciertos dirigentes del justicialismo, Kueider destacó que compartió con la Intendenta Rosario Romero y otros intendentes peronistas un encuentro donde expuso su posición en cuanto a la Ley Bases y los planteos que en este contexto está realizando en el Congreso de la Nación
Fuente: Lo que queda del día - Oíd Mortales Radio.

Enviá tu comentario