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Sostuvo el vicepresidente de la Asociación Argentina de Juicio por Jurados y autor del libro, recientemente publicado, El veredicto del jurado, Andrés Harfuch. En su paso por Entre Ríos, celebró el debate que se está dando en la provincia para la puesta en vigencia del sistema de jurados populares.

Durante dos días en los tribunales entrerrianos se debatió sobre la implementación del sistema de jurados populares, que la Constitución Nacional prevé desde 1853 y la provincial, desde 1933.

Al respecto, Harfuch sostuvo que “cuando el veredicto emana del pueblo, tiene una legitimidad muy superior” a la que dan los fallos de jueces profesionales.
Por qué no se han logrado reglamentar
“Argentina es un país que ha atravesado situaciones muy difíciles, que ha tenido sesenta años de estado de sitio, interrupciones constitucionales y dictaduras militares muy fuertes”, explicó el defensor público de la provincia de Buenos Aires. “El juicio ciudadano, en ese contexto, hubiese sido muy difícil. Ahora llevamos treinta años de democracia, pero venimos de una cultura de la inquisición, del expediente escrito, que atenta contra eso porque tenemos una herencia española que es contraria al sistema de juicio por jurados. Ahora, que se ha logrado avanzar hacia la oralidad, se impone cumplir con la Constitución”, agregó. El juicio por jurados establece que una persona, en lugar de ser juzgada por un juez profesional, sea juzgada por sus pares, hombres y mujeres que no sean abogados ni tengan vínculo laboral con organismos estatales.

Es un juicio común, que en principio se implementaría para delitos graves que tengan penas superiores a los veinte años de prisión, “donde hay un juez que instruye al jurado, el fiscal, el abogado defensor, el acusado y junto a ellos hay doce ciudadanos, seis varones y seis mujeres, que van a escuchar atentamente el juicio y después van a recibir instrucciones legales del juez; luego se van a retirar a deliberar y son ellos quienes van a tomar la decisión sobre la culpabilidad o inocencia de esa persona por unanimidad”.

En este sentido, Harfuch consideró que el sistema de jurados populares “es un avance formidable, porque si hay algo en lo que estamos todos de acuerdo, no solo en Entre Ríos, es que las decisiones judiciales están fuertemente cuestionadas en su legitimidad” y agregó que “cuando el veredicto emana del pueblo, de la ciudadanía, tiene una legitimidad, consistencia, solidez y respeto muy superior al que puede tener la sentencia de un juez técnico”.
Resistir las presiones
El magistrado afirmó que “en Argentina hay muy buenos jueces técnicos que toman muy buenas decisiones todos los días. Sin embargo, la crisis de confianza que hay en el Poder Judicial es gigante. ¿Por qué ocurre esto? Porque la ciudadanía percibe que los jueces están mirando más al poder de turno que al caso que les toca juzgar; los jurados, en cambio, por su propia posición, son las personas más libres frente al caso; no tienen ningún tipo de compromiso y su veredicto no depende de que consigan trabajo ni de ascender en la carrera judicial ni de que los estén por echar”.

“Conozco jueces que antes de dictar un veredicto se hacen la señal de la cruz porque no saben si al otro día no los van a echar. Hay algunos buenos jueces que a veces toman decisiones impopulares, pero que son las que hay que tomar, y los medios los destrozan. La sociedad no puede aceptar esas decisiones. También hay malos jueces que toman malas decisiones y la ciudadanía se enardece por una absolución injusta o una condena injusta. Eso es un fenómeno mundial porque vivimos en una sociedad hipermediatizada. El jurado está mejor preparado para resistir a esas presiones, precisamente por su anonimidad, porque no pertenecen al Estado y entonces no hay sospechas de que los jurados estén buscando algún provecho personal”, agregó Harfuch.

Según dijo, las investigaciones en aquellas provincias donde se ha instrumentado este sistema demuestran que existe un nivel de coincidencia del 78 por ciento entre las sentencias de los jueces técnicos y el veredicto de los jurados populares, pero resaltó que “los jurados son más libres para tomar esas decisiones y cuando deben tomar una decisión que puede caer mal en la ciudadanía, las toman igual” y enfatizó que “al salir del pueblo, las críticas son mucho menores y eso le hace mejor al Poder Judicial, porque el jurado es parte del Poder Judicial”.
Fuente: Página Política

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