Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Lúcida, firme en su discurso y siempre distinguida, Juana Deymonnaz de Kuttel cumplió el martes 100 años de vida, convirtiéndose en un acontecimiento social para Villa Elisa y, especialmente, para su familia que comparte bien de cerca sus días.

“No se siente nada especial, porque para mí fue un día como cualquier otro. Lo que sí, cuando llegaron mis nietos y bisnietos fue una revolución, porque me hicieron salir a ver el cartel que me habían puesto afuera. Después a la tarde hubo una reunión, pero sin invitaciones: los que se sentían amigos podían venir y, gracias a Dios, la casa rebosó de gente porque vinieron muchos”, dio a conocer la cumpleañera para El Entre Ríos tras el festejo.

En cuanto al centenario que acaba de alcanzar, “no podía creer que cumplía esa edad, debe ser porque los últimos años se me pasaron volando. No me duele nada, nada más que no camino porque me caí, me operaron y quedé diez puntos, pero me caí otra vez. Pero tengo a Mirtita que va y viene y me ayuda todo el tiempo”.

Sobre su memoria y experiencia de vida, contó que “gracias a Dios estoy bastante lúcida y hay gente que dos por tres me viene a consultar cosas de antes, algunas me acuerdo y otras no. Crucigramas nunca hice porque me parecen difíciles, sí he leído bastante mientras la vista me lo permitió. Pero veo algo de televisión y escucho radio, así que estoy más o menos actualizada. Aparte, siempre tengo con quien charlar”.

Además de dedicarse a su familia, ejerció la docencia e integró algunas instituciones. “Participé en la Liga de Madres de Familia y dos o tres grupos de la parroquia que ya no existen, además de estar en Lalcec 18 años de tesorera. Antes fui maestra de actividades prácticas en la escuela 20: fueron tiempos muy lindos, porque los chicos respetaban mucho al docente y los padres también.

Hoy en día el chico llega a la casa con una mala nota y van a quejarse hasta con el gobernador. Hay que enseñar más respeto, que es lo que más falta ahora, pero si no son divinos los chicos”, reflexionó Juanita durante la entrevista con El Entre Ríos.

Respecto al cuidado de su salud, “tuve hepatitis a los 20 años, entonces siempre me cuidé bastante con la alimentación y de comer liviano, porque en su momento tuve que pasar más de un mes en cama para recuperarme. Era cuando recién se empezaba a hablar de la enfermedad. Creo que el secreto es hacer una vida sana, nada más. Y hay que ser derecho en la vida, eso es lo principal”.

A raíz de los vertiginosos cambios “cada vez que me sacan a pasear en auto por Villa Elisa tengo que andar preguntando por dónde vamos, porque me cuesta reconocer algunas partes de tanto que ha crecido. Todo esto era campo. Uno antes estaba en el fondo y cuando oía que se acercaba un auto salía a ver, porque era toda una novedad, pero ahora pasan cien y ya no me llama la atención, pero pensar en eso me causa mucha gracia”.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

Enviá tu comentario