Años después de haber abandonado los remos, y luego de trabajar como taxista y chofer de mudanzas, su hermano menor Sebastián, quien también se dedicó a la disciplina, lo llamó para convencerlo que se vaya a vivir a Ecuador, donde él residía desde hacía un tiempo dirigiendo la Selección Nacional de Canotaje. Y de paso retomarlo, volviendo a competir y también entrenando a jóvenes valores ecuatorianos.
De regreso al ruedo “Pichi” no tardó en destacarse y rápidamente se integró a la Selección de Ecuador, a la cual pasó a representar luego de nacionalizarse, logrando concretar el viejo anhelo de clasificarse a las olimpiadas. Por si fuera poco, el Comité Olímpico de aquel país lo eligió como abanderado para la Ceremonia Inaugural de Londres 2012. Si bien en lo deportivo no le fue como esperaba, De Césare, entrenado por su hermano, llegó al lugar que había soñado cuando empezó a palear en aguas del río Uruguay a principios de la década del ’90.
Pero su carrera no terminó ahí, porque las competencias continuaron (sudamericanos, panamericanos, mundiales) y César se dio el gusto de competir también en Río de Janeiro 2016.
A los 40 años, en el tramo final de su carrera y a modo de despedida, “Pichi” se propuso regalarse un 2020 a toda orquesta ganándose un lugar en las olimpiadas de Tokio, debiendo clasificar en el Panamericano de Curitiba (abril) o en el Campeonato del Mundo (julio). Sin embargo la realidad social cambió a causa del Coronavirus y todas las actividades quedaron suspendidas hasta 2021.
Por estas horas, cumpliendo con el Aislamiento Social en Guayaquil, donde está radicado desde su arribo a Ecuador, César fue consultado por El Entre Ríos sobre la situación en aquel país: “Acá llevamos cerca de 40 días de cuarentena y la cosa está más complicada que en Argentina, por lo que me cuentan desde allá. Sin embargo se dice que el 4 de mayo podría empezar a haber movimiento, algo que no me parece bien. Creo que hay que continuar con la cuarentena un tiempo más, teniendo en cuenta la gran cantidad de contagios y fallecidos (más de 23 mil infectados y 1800 víctimas fatales)”, contó, y ahondó: “Por suerte la familia está bien, más allá de que estamos cerca de los principales focos infecciosos que hay en el país. En esta cuarentena aproveché para hacer cosas que tenía pendientes en la casa”.
