Este proyecto plantea que los alimentos y bebidas presenten información más clara respecto de los altos niveles en los denominados “nutrientes críticos”, entre los que se incluyen grasas totales, grasas saturadas, sodio, azúcares y/o calorías.
Al respecto, la diputada Gabriela Lena (UCR) reiteró su apoyo al proyecto y calificó a la ley como “imprescindible”. Explicó que “en las góndolas se ofertan muchísimos productos elaborados, multiprocesados que no son buenos para nuestra salud y los consumidores no contamos con la información suficiente sobre su contenido y elaboración”.
Por otra parte, Lena explicó que la ley prevé “una etiqueta exagonal negra que va a estar en el frente de los paquetes de alimentos que sobrepasen los estándares de la Organización Panamericana de la Salud. Si sobrepasan esos valores van a tener una etiqueta que informe sobre el exceso en sodio, grasa, azúcar o calorías. Que especifique si posee cafeína o si no es aconsejable para menores. Se trata de información nutricional que va a ser clara, sencilla y entendible para cualquier persona. Hay que aclarar que no implica que no se pueda comprar ese producto, sino que el consumidor va a elegir en base a esa información”. Pero además, destacó que “la ley va más allá del etiquetado y además regula la publicidad engañosa. Muchas veces se promocionan productos para niños y no son recomendables para chicos”. En ese sentido, advirtió que “los datos estadísticos indican que han aumentado en niños y adolescentes enfermedades que antes eran típicas de adultos, como la diabetes, el colesterol alto, la hipertensión, la obesidad, producto de la mala alimentación. Por todo eso es muy necesaria esta ley que va a traer información y concientización”.
Aunque el proyecto está primero en el temario de la sesión de este martes, si no se presenta el mínimo necesario de legisladores para dar quórum, el tratamiento se caería y perdería estado parlamentario. Esto implicaría que el tema deba iniciar de cero el largo proceso para convertirse en ley.