En 2014, cuando Bisi todavía era estudiante de Bioingeniería, había recibido el pedido de ayuda de la familia de Facundo, un bebé de 18 meses con una patología degenerativa llamada Atrofia Muscular Espinal Tipo II. La posibilidad de obtener inversiones para llegar con su producto a otros mercados y de crear la versión para adultos, son a partir de ahora algunos de los proyectos de esta empresa entrerriana.
Una necesidad global
“Estamos tratando de replicar lo que se hizo con Facu y llegar a más familias. Tenemos llamados de diferentes partes de Latinoamérica (Paraguay, Ecuador, Colombia, Perú, México, Bolivia, Chile) y el resto del mundo, por ejemplo una familia de Australia, una de Polonia y otra de España”, comenta a El Entre Ríos el joven bioingeniero radicado en nuestra provincia.“Bipedestadores como los que fabricamos, motorizados y pensados para niños, no hay en otras partes del mundo, así que intentamos solucionar una necesidad global”.
Sobre sus beneficios, Alejandro Bisi explica: “Toda persona que por su condición no pueda pararse por sus propios medios, necesita bipedestarse, para no empeorar su condición de salud. Estar todo el tiempo sentado en una silla o postrado en una cama, promueve muchas dificultades a nivel anatómico, fisiológico y psicológico. Por ejemplo, los músculos se van atrofiando y se acortan; no hay una buena irrigación sanguínea ni una buena deglución; los órganos están siempre comprimidos, por lo que no se puede respirar bien; al no cargar los huesos de los miembros inferiores, se promueve a la descalcificación ósea. Por todo esto se recomienda pararse al menos una hora al día”.
Si bien “existen bipedestadores estáticos, es decir que con sujeción de tobillos, rodillas, cadera y pecho pueden mantener parada a la persona”, las familias con niños encontraban la dificultad de que para estos resultaba aburrido.
“Lo que nosotros buscamos es que los periodos de rehabilitación y bipedestación sean algo alegre, que a ellos les guste hacer. Al ser motorizado, pueden movilizarse al lugar donde quieran, erguidos a la par de los demás”.
“El primer día que usó el bipedestador, Facu gritaba ‘¡Mami, puedo correr!’”, recuerda el inventor.
Con el objetivo de expandirse
GiveMove –con asiento en la localidad de Oro Verde y cuya la planta cuenta con la habilitación de ANMAT- se asoció a una metalmecánica, a la que delegan la fabricación de los bipedestadores, para enfocarse ellos exclusivamente al diseño y ensamble.El viaje a Israel a partir del premio, “nos permitirá salir a la búsqueda de inversión para llegar a diferentes mercados de Latinoamérica. Israel es uno de los ecosistemas emprendedores más desarrollados del mundo”, señala Bisi.
Como si fuese poco, van por otros objetivos. “Estamos finalizando la versión para adultos. También –a partir de este viaje a Israel- pensamos en comenzar a trabajar en la combinación con nexoesqueletos, que es el presente en Europa y el futuro para Latinoamérica”.
