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“Se dio el combo perfecto, pelear con la Tigresa en el Luna Park y vencerla”. La primera frase de la entrevista resume lo que sucedió en la madrugada del domingo y expresan los sentimientos a flor de piel de Débora Dionicius, la boxeadora entrerriana que volvió a los primeros planos tras vencer a la leyenda Marcela Acuña, por puntos y en fallo unánime.

La oriunda de Villaguay es campeona interina Pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y de regreso a su ciudad atendió la requisitoria de Radio 12 de “El Entre Ríos” para describir una jornada gloriosa. “Agradezco a Dios por la oportunidad a esta altura de mi carrera de volver a ser campeona del mundo, ante una leyenda del boxeo y en tan importante lugar como el Luna Park”, lanzó.

Tras el campanazo inicial, prosiguió: “Fue una preparación muy intensa. Cansadora, dolorosa, de lunes a lunes, con sol y lluvia, pero se pudo ver plasmada arriba del cuadrilátero. Tengo la satisfacción de haber cumplido el objetivo”, señaló. Y narró: “La pelea salió tal cual la planificamos. Generalmente tengo rivales que van más al choque y al contragolpe. Marcela es boxeadora, no peleadora. Tiene mucha técnica y mis peleas con esa clase de rivales son mucho mejores, hacen que pueda plasmar mis cualidades. Yo no soy de ensuciar la pelea, ni de ir al choque. Había que boxear no pelear y salió muy bien”.

Más allá de la superioridad esgrimida a lo largo de los doce asaltos, el veredicto final era de los jurados y había que esperarlo. “Sentía que había ganado. Una sabe el trabajo que estaba haciendo y de mi rincón me lo iban cantando. Al escuchar el fallo me explotó el corazón de alegría”, recordó.

En la recta final de su preparación, quien obtuviera su primer título mundial en categoría Súper Mosca de la FIB en 2012, visitó en un par de oportunidades la ciudad de Colón y, al igual que en la entrevista de la televisación oficial post pelea, agradeció a sus colegas Jenifer Chávez y Maru Sáenz. “Son dos chicas que tienen un gran futuro, me ayudaron un montón y en los guanteos aprendimos todas. Hacía un calor bárbaro y ellas estaban firmes esperándome”, expresó. Y agregó: “Agradezco a los entrenadores Cristian Baes y Tito Martínez y sus grupos de trabajo. Con Cristian compartimos selección hace muchos años”.

Por último no dio demasiadas pistas sobre su futuro y por el momento prefiere seguir disfrutando el triunfo. “No tengo nada planificado. Seguro cambiaré de categoría, volviendo a Gallo o Súpr Gallo. Pasé a Pluma sólo porque quería cumplir el sueño de pelear con la Tigresa Acuña”.
Fuente: El Entre Ríos

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