“Recordar aquel título me genera mucha felicidad y satisfacción. Me da ganas de volver a dirigir. Fue una campaña soñada, no solo por el resultado final, sino por el transcurso. Se armó un tremendo grupo de jugadores y nos transformamos en amigos. Nos cuidábamos dentro y fuera de la cancha, teníamos el mismo compromiso”, describió Martín Guastavino, entrenador de aquel plantel.
El oriundo de Gualeguaychú, radicado desde hace muchos años en Colón, fue entrevistado en “Deportes 12” (lunes a viernes de 20 a 21 por Radio 12 FM 89.1 - www.radiodoce.com, la emisora de El Entre Ríos en la ciudad, donde recordó aquella gesta que le permitió a la entidad de calles 12 de Abril y Lavalle retornar a la segunda división tras haber vendido su plaza en 2004.
“En 2010 volví a La Unión cuando ‘el Pato’ Delasoie me llamó una vez que el equipo había descendido de la Liga B a la Liga Provincial. Ese año ganamos la Liga Entrerriana y volvimos a la B, y aunque en la primera temporada ahí logramos sostenernos, no fue buena”, contó, y agregó sobre el nacimiento de aquella gesta: “Cuando nos juntamos de nuevo para jugar el nuevo Torneo Federal, nos propusimos devolver a La Unión al TNA armando un equipo competitivo”.
En aquella campaña el “Rojo” contó con un plantel largo y muchos jugadores de experiencia y eso fue clave para mantener la regularidad en una extensa temporada en la que jugó 44 partidos. “Ni bien empezamos a entrenar, nos dimos cuenta que el equipo nos iba a dar satisfacciones. Los tipos además de jugar bien se divertían dentro de la cancha”, señaló quien también dirigió Central Entrerriano y la Selección Mayor de Entre Ríos y que en el primer ciclo de La Unión en el TNA fue asistente de Piccato y luego entrenador principal.
La final fue ante San Lorenzo de Chivilcoy, otro equipo de gran campaña, pero La Unión estaba en su plenitud y ganó con autoridad los dos juegos para abrazarse a la gloria y festejar ante su gente, primero en el colmado gimnasio y luego por las calles de la ciudad.
Profundizando el recuerdo y refiriéndose al plantel, Guastavino contó: “En ese momento Mazzini era muy determinante, no por nada le dieron el MVP del torneo. Hubo momentos que los otros equipos planteaban doblarlo, pero entendió que pasando la pelota podía ser aún más importante y sus compañeros estuvieron a la altura”. Y remarcó: “Jugábamos todos los partidos con 10 jugadores, pero los suplentes no entraban para darles descanso a los titulares, sino para cambiar el ritmo o la estrategia”. Y señaló: “El quinteto inicial era Chahab, Díaz, Ibáñez Paz, Mazzini y Taffarel. Pero después ingresaban Richard, Pizzola, Morel, Cansina y Ruperto Herrera. Siempre entendimos la máxima del básquet que dice que lo importante no es el quinteto titular, sino como rinde el plantel durante el juego. Para llegar al final con el partido controlado”.
Por último, Guastavino dio su parecer sobre la venta de la plaza y el regreso al TFB dispuesto por la dirigencia al terminar la temporada 2018/2019: “No me pareció mal la decisión. Hoy el Federal es más atractivo que la Liga Argentina, por la forma de disputa y por la posibilidad de competir con todos los equipos entrerrianos”, y cerró con un anhelo: “Mas allá de la categoría en la que se compite, La Unión debe volver a contagiarle la pasión de antes a la gente”.
