Dondo Gazzano es un defensor de la presencialidad en las escuelas. Por eso ha viralizado una petición en la plataforma change.org que promueve reunir voluntades en contra de la virtualidad y a favor de la presencialidad.
El sacerdote –que además es profesor de Literatura y Filosofía- viralizó la campaña virtual a través de su Facebook, en el que aparece con un seudónimo: Juan de Alcaraz. Allí difundió la petición creada en el sitio Change.org titulada “No al cierre de clases año 2021”. La campaña lleva 414.567 firmas. El escrito está dirigido al presidente, al Jefe de Gobierno de Buenos Aires y al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
“¿Otro año sin clases? Otro año sin sonrisas, sin aprendizajes, con chicos deprimidos, con las aulas vacías. Una pantalla no suplanta al polvo de la tiza, a la felicidad de la campana del recreo, a los cuentos de la seño. Una pantalla no me enseña; no todos los chicos tienen acceso a internet. No todos los chicos sostienen 40 minutos de clase por zoom. La educación virtual no es para todos. Los colegios NO son foco de contagio, pero la falta de la educación es FOCO de ignorancia!!! NO a las escuelas cerradas, SÍ al derecho a la EDUCACIÓN”, dice el texto viral.
Además de la presencialidad en las aulas, el cura también busca mantener la presencialidad de las misas, apelando a los cuidados individuales. Una de las medidas que tomó en las últimas horas es no cantar durante las ceremonias religiosas.
“Por la situación complicada por el Covid, por algunas semanas, celebraremos la Misa sin cantar, si bien usamos barbijos y guardamos las distancias, la haremos más corta para evitar contagiarnos”, anunció en un posteo en Facebook, desde donde comunica las actividades en la capilla Nuestra Señora del Huerto.
Juan José Dondo Gazzano llegó a Alcaraz en 2013 proveniente de la ciudad de Allen, ubicada en el departamento de General Roca, provincia de Río Negro. Allí se desempeñó en la parroquia Santa Catalina de Allen hasta agosto de ese año. Ese lugar lo ocupó en reemplazo del sacerdote Juan José Urrutia, quien fue removido antes de que se iniciara un juicio en su contra por el delito de abuso sexual, hecho ocurrido en 2010. Urrutia fue condenado en noviembre de 2017 a ocho años de prisión por “abuso sexual con acceso carnal por aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima y agravada por su condición de ministro de un culto religioso reconocido”. La pena fue dictada por un Tribunal de General Roca.
