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En el Día Internacional del Cáncer de Mama que se conmemora cada 19 de octubre, El Entre Ríos entrevistó a la Dra. María Virginia Scelzi (M.P. 9684), médica sanjosesina especializada en Obstetricia y Ginecología.

El diagnóstico temprano y la evolución en los tratamientos fueron ejes de la conversación. “Estamos hablando del cáncer más común en la mujer y no tenemos un mamógrafo público en el departamento Colón”, destacó entre las principales carencias.

-En los últimos 20 años, ¿qué cambió en relación al cáncer de mama?

-Los tratamientos y el abordaje quirúrgico. Todo es mucho menos agresivo que hace 20 años. Las cirugías eran más invasivas. También el abordaje de la axila; antes cuantos más ganglios se sacaban mejor, hoy se sabe que eso no va a cambiar el pronóstico de vida del paciente, por lo que se puede sacar un ganglio centinela, que es el primero de la cadena, y evaluar si tiene infiltración para continuar el tratamiento.

En cuanto a los estudios, la radioterapia ha mejorado a lo largo de los años, en quimioterapia hay drogas nuevas.

Hoy en día existe el diagnóstico genético, estudios que permiten ver el cáncer de mama que es hereditario, el que es por una mutación genética e incluso se puede hacer la genética al propio tumor para ver luego cuál es el tratamiento más indicado y saber, por ejemplo, si ese paciente se va a beneficiar con una quimioterapia. Además, en el paciente que ya tuvo cáncer en una mama, sirve para evaluar qué hacer preventivamente con la otra, si hay una alteración genética con alto riesgo.

-La experiencia con estos estudios genéticos, ¿permite concluir en el porcentaje de casos en que el cáncer de mama es hereditario?

-La mayoría no son genéticos, sino esporádicos. Si hacemos el seguimiento de las pacientes en un promedio de vida de 80 años, sabemos que una de cada 8 va a tener cáncer de mama y solo un pequeño porcentaje tiene una alteración genética familiar. A la mayoría le toca azarosamente o por factores de riesgo, algunos que se pueden corregir y otros no: obesidad, tabaquismo, sedentarismo, menarca temprano o menopausia tardía, no haber tenido hijos.

Lo que hay que hacer cuando muchos de los factores de riesgo no se pueden cambiar, es un diagnóstico temprano.

Si el diagnóstico es temprano, el 90% de los cánceres de mamas se curan.

-¿Se han desarrollado en el último tiempo tratamientos alternativos contra el cáncer de mama, más allá de la radioterapia y la quimioterapia?

-Se ha empezado a evaluar la inmunoterapia, como se hace para otros tumores. Pero no sé con qué resultados.

-¿Qué es la inmunoterapia?

-Es intentar que el propio sistema inmunológico ayude a combatir el tumor. El tratamiento es menos agresivo pero son cosas que se están comenzando a estudiar, no está tan desarrollado.

-¿Tener hijos y amamantar disminuye el riesgo?

-Sí, lo disminuye pero tampoco se está exento. La paridad tardía también es un factor de riesgo.

-¿Se ha avanzado en la reconstrucción mamaria luego de una mastectomía?

-Sí, hay una ley nacional (N° 26.872) –a la que no todas las provincias adhieren- que obliga a las obras sociales, prepagas y al Estado, a que una paciente que tuvo cáncer de mama pueda acceder a una reconstrucción, favoreciendo así a que su recuperación psicológica sea más rápida y mejor.

-¿La reconstrucción consiste en la colocación de prótesis?

-No necesariamente, puede ser con tejidos de la propia paciente o con prótesis. A veces se hace durante la misma cirugía en que se extirpa el cáncer y en el mismo momento se reconstruye la mama; o se puede hacer en diferido, luego del tratamiento.

En caso de que sea con prótesis, se coloca primero un expansor para generar el espacio. En una segunda cirugía se lo quita y se coloca la prótesis.

Si no hay tolerancia a los implantes o no se desea tenerlos, se transfieren colgajos o tejido adiposo para generar el volumen.

-¿Varió a lo largo de los años la edad de diagnóstico de cáncer de mama?

-El pico siempre fue entre los 50 y los 60 años. Pero, quizá porque la paciente consulta antes, se están viendo muchos casos en mujeres de entre 40 y 50 años.

Las sociedades de mastología sugiere que en una paciente sin antecedentes de riesgo, el primer control con mamografía sea a los 40 años y a partir de allí una anual, e inclusive mejor tener una de base a los 35 años.

Cuando hay antecedentes en la familia con incidencia de cáncer de mama, lo ideal es comenzar los controles 10 años antes de la edad en que tuvo el cáncer la mamá, por ejemplo.

El estudio de base es la mamografía y después cada médico evaluará si se hace también una ecografía, según el tipo de mama, la edad y otros factores.

-Sobre la mamografía hay muchos mitos ¿Qué hay de cierto y qué no en todo lo que se dice?

-La mayoría de las mujeres que no se lo quieren hacer dicen que duele mucho, pero el momento en que se comprime la mama dura segundos. Es una sensación incómoda, puede ser más molesta de acuerdo a la sensibilidad de la mama de cada una, pero de ninguna manera es intolerable.

También está el mito de la irradiación, pero es muy poca y el beneficio que genera es superior al riesgo.

Creo que muchas veces es mayor el miedo al resultado que al estudio en sí.

Además de la mamografía y la ecografía, se hacen compresiones y magnificaciones sobre alguna imagen dudosa; también hay tomosíntesis y resonancias. Se ampliaron mucho los estudios sobre las mamas.

-¿A qué edad se deben comenzar los controles de mamas y hasta qué edad se deberían realizar?

-Las adolescentes deberían iniciar con un autoexamen y cuando empiezan a asistir al ginecólogo para realizarse el PAP se revisan las mamas. Según los antecedentes, se empezará con los estudios complementarios.

El examen debe ser anual, porque existe el cáncer de mama en las mujeres más jóvenes, más allá de que son menos los casos.

Los controles y las mamografías tienen que seguir mientras la mujer se encuentre en buenas condiciones de salud y pueda trasladarse, incluso después de los 70 años. Existe el cáncer de mama también en mujeres más grandes, aunque con menos frecuencia.

-¿Hubo disminución en los chequeos de rutina durante estos meses de aislamiento obligatorio?

-Se notó al principio de la pandemia, que las pacientes dejaron sus controles para más adelante, que era lo sugerido si estaba todo normal. Ahora la mayoría los está haciendo, pero hay pacientes que están reticentes.

Otra cosa que me parece importante destacar es que el departamento Colón no tiene mamógrafo público. Habían donado uno al hospital San Benjamín, pero se rompió y creo que no tuvo arreglo. El más cercano es en Concepción del Uruguay y una mamografía sale alrededor de 3.500 pesos.

Sería importante que alguna vez se gestione uno para el departamento Colón. Estamos hablando del cáncer más común en la mujer y no tenemos un mamógrafo público.

-Existen también casos de cáncer de mama en los hombres.

-Sí. Se estima que de cada 100 casos uno es hombre. Lo que tiene es que el hombre en general consulta menos.

Como su mama es más rudimentaria, se toca rápido. Pero a la vez, al ser una mama pequeña, tiene una afectación más rápida de otras estructuras.

-Finalmente, ¿qué podemos decirle a una mujer que está enfrentando un diagnóstico de cáncer de mama?

-Siempre ante un diagnostico de cáncer de cualquier tipo, la primera asociación inevitable es con la muerte. Lo importante es saber que si uno hace un diagnóstico de cáncer de mama en estadios iniciales, más del 90% se va a curar.

Van a realizar el tratamiento que corresponda según la clase de tumor y después regresarán a su actividad normal. Van a poder seguir, la vida no se termina ahí. La vida continúa, no se acaba con el diagnóstico, especialmente si este es temprano.

No deben tener miedo de venir si se tocan un nódulo. Que hagan la consulta y los estudios que correspondan. La diferencia está en el momento del diagnóstico.
Fuente: El Entre Ríos

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