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“Es un milagro que esté vivo. Les voy a contar por qué estoy hoy acá”, fueron las primeras palabras de Gastón Pauls y el salón del Club Sauce de Colón –colmado de adolescentes- quedó en absoluto silencio.

Durante más de 50 minutos, el actor habló, este lunes, de su dramático y extenso paso por el mundo de las drogas.

Con la crudeza inevitable de un relato en primera persona, pero conservando un tono ameno y un mensaje esperanzador, el conductor de “Seres libres” (Crónica TV) dio detalles de la forma en que se inició en el consumo, las reacciones del entorno y los difíciles momentos por los que debió atravesar hasta encontrar el camino de la recuperación.

Luego hubo tiempo para responder preguntas y escuchar comentarios. Casi una hora y media después, con un auditorio que seguía concentrado como en el primer minuto, llegó el momento del cerrado aplauso que marcaría el final.

El encuentro estuvo organizado por la Municipalidad de Colón y contó la presencia –entre otros- de estudiantes de las escuelas de Colón acompañados por sus docentes, funcionarios municipales, referentes de instituciones, representantes de la Pastoral de Adicciones de la Parroquia Santos Justo y Pastor, medios de comunicación y público en general.

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El problema de “no decir”
Minutos antes de dar comienzo a la charla denominada “Este soy yo”, Gastón Paul habló con los medios de prensa.

“Entre Ríos es una de las tres provincias que más he recorrido, junto a Córdoba y Santa Fe”, dijo para comenzar. A continuación, habló de que “la situación es complicadísima en todo el país y demanda un compromiso general. Cuando la droga llega a pibes 6, 8 o 10 años, es donde vemos la gravedad del asunto. De esto se sale en grupo, no nos podemos salvar solos, sin pensar en el otro”.

“Cuando analizamos de donde vienen los adictos, uno es de la villa, el otro de Puerto Madero, uno es judío y el otro católico. Lo que tenemos en común es un vacío por algo que nos pasó y queremos llenarlo con sustancias, comida, juego, porno, sexo o alcohol”.

“Adicción viene de ‘no decir’. Si seguimos sin decir ciertas cosas que sabemos que socialmente están ocurriendo, la enfermedad no va a dejar de existir, sino que va a crecer. No digo que hablando el problema va a desaparecer; lo que sí, seguramente, vamos a ser más conscientes todos de que tenemos que hacernos cargo rápidamente. En este momento está probando paco un pibito de 8 años”, agregó.

Refiriéndose al programa de televisión en que aborda esta problemática, comentó: “Yo venía con este proyecto hace muchos años. Lamentablemente en varios canales de televisión no les parecía comercial ni interesante. En otros me pedían morbo; en lugar de pensar en la salida, pensaban en la oscuridad. Hasta que apareció Crónica, que no me pidió nada a cambio y me dijo que lo haga como quiera. Así terminamos armando Seres libres, un intento de poner en la agenda mediática este tema que se niega y se oscurece, justamente en los medios de comunicación que también son adictos”.

El actor, escritor y conductor enfatiza en que “esto es una enfermedad. A nadie que tenga cáncer se lo castiga, se lo destroza mediáticamente o socialmente; tampoco a alguien que tenga hepatitis, celiaquía o diabetes. La OMS habla de que es una enfermedad; en realidad es una pandemia que se está cobrando millones de vidas anualmente”.

“Esta enfermedad habla de lo que está pasando en la familia, incluso en aquellas que funcionan bien puede ocurrir”.

“Hay que estar atentos como padres –que es difícil- pero en medio de la incertidumbre económica, social, política e intelectual que se vive a diario en nuestro país, debemos hacer un esfuerzo por observar lo que nuestros hijos nos están diciendo”.
Fuente: El Entre Ríos

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