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Las guardias médicas del Hospital San Benjamín de Colón siguen siendo centro de la polémica entre profesionales y vecinos. Al respecto, El Entre Ríos entrevistó a su directora, Claudia Sánchez.

-Se habla por estos días de la renuncia de médicos a las guardias.

-Hubo renuncia de tres médicos a la guardia general: Nahuel Martín, Luciano Romero y Germán Gallicet. Ya se consiguió reemplazo para dos; falta uno, que es médico de la zona y me confirma en estos días. Esta semana hubo que tomar algunas medidas para cubrir la guardia general, directivas que vienen del Ministerio de Salud, sobre todo cuando no hay pacientes en la terapia intensiva. Así que esta semana se cubrió con médicos de terapia y residentes.

Hubo renuncias en muchos hospitales, como el Urquiza, lo que pasa es que ellos tienen más residentes para poder suplir los huecos. Nosotros tuvimos faltante en medicina general; en otros hospitales hubo renuncias de pediatras o ginecólogos.

-¿Argumentaron su renuncia?

-Se quejan siempre del sistema de derivaciones, que cuando un paciente complejo no puede estar en el hospital de Colón, muchas veces es difícil que la costa del Uruguay los acepte.

El tema de las tomografías se solucionó parcialmente. Las emergencias las podemos hacer en el sanatorio y las que no son emergencias o urgencias, en el hospital de Uruguay, pero hace dos semanas que el tomógrafo está roto, con lo cual tenemos que derivar a Concordia. Estamos viendo la posibilidad de alquilar un tomógrafo, porque con la demanda que tenemos y como ya hicimos la instalación eléctrica nueva, nos serviría más alquilar uno que derivar.

Después la baja del salario. Los sueldos de los trabajadores de salud no están en relación a la inflación, los tarifazos y la situación económica general del país. Son muy bajos.

-¿Qué pasa con el tema derivaciones que es un reclamo recurrente desde hace mucho tiempo y no se logra solucionar?

-En el tema traslados la provincia se regionalizó. En lo perinatal, respecto de embarazos prematuros y de alto riesgo, ya está definido. Hay coordinadores en las diferentes regiones y es sencillo derivar un paciente.

Pero en la regionalización sanitaria global, como traumatología, cardiología o neurocirugía, se dificulta bastante. A veces en los otros hospitales faltan camas, no es por mala voluntad de recibirnos, están todos sobresaturados. Muchas veces terminamos en Paraná, teniendo que cruzar la provincia durante tres o cuatro horas, 300 kilómetros, con lo que ello implica porque si es un paciente pediátrico el pediatra tiene que llevarlo y queda solamente el médico de guardia haciéndose cargo de todo.

-¿Hay guardia activa pediátrica todos los días?

-En este momento no tenemos guardia activa de pediatría los lunes. Sí se cubren los partos y cesáreas con guardia pasiva, no se deriva a otro lugar. Estamos gestionando traer a alguien, pero para venir a vivir a Colón tiene que hacerlo con oferta laboral no solo desde lo público sino desde lo privado.

-¿Cómo es la guardia de los médicos residentes? ¿Los acompaña otro profesional?

-Trabajan con apoyo de otro médico, no solos. El de 4° año ya tiene la matrícula habilitada e incluso está trabajando en otros lados; él nos ayuda los martes. El día sábado está el residente de 2° trabajando con el médico de la terapia, no trabaja solo. Además tiene un instructor médico, así que ante cualquier dificultad lo llama.

-¿Hay médicos que están siendo obligados a hacer guardias? Los terapistas por ejemplo.

-No, de ninguna manera. Nadie obligó a nadie. Inclusive los martes está cubierto y no por la médica de terapia. El viernes pasado sí, el médico residente de 4° que está haciendo guardia en la terapia bajó a piso a manera de colaboración porque no había pacientes en terapia. Nadie fue obligado, esto fue hablado. El sábado también, con una buena colaboración, no es que hubo mala predisposición. Esto es momentáneo, es una semana hasta que se solucione, no es que va a ser eterno. Obviamente no es lo mismo tener una baja médica que tener tres; es dificultoso conseguir, pero bueno, dos ya están.

-Lo que algunos profesionales indican con buen criterio, es que no se trata de buena o mala voluntad, sino de la salud de la gente que está en riesgo si ellos no están adecuadamente formados para el lugar que están asumiendo.

-Sí, pero hay médicos de terapia intensiva que trabajan en instituciones privadas y hacen todo lo de consulta que venga de la calle, o sea que están preparados. No harán pediátricos porque el sanatorio no resuelve consultas pediátricas, sino que vienen a este hospital. No hay pediatra ni siquiera de guardias pasivas, salvo los partos, pero todo el resto de las urgencias las absorbe el hospital.

-¿En qué instancia está la causa judicial que se abrió por presuntas irregularidades en el hospital? Entre ellas el caso de un médico que habría sido obligado a permanecer en la guardia cuando ya había finalizado su turno.

-Eso de la obligación, yo creo que es desconocimiento del estatuto del empleado público. Si estoy de guardia 24 horas y mi compañero no llega, no puedo dejar el servicio hasta que otro no me reemplace. Los cargos de los médicos son de 36 horas; en este hospital cumplen 24 nada más, así que el ministerio a mí me faculta para tomar esas decisiones, hasta tanto llegue alguien. En ese momento tardamos dos horas en suplirlo; no se quedó otras 24 horas en el hospital.

El hospital llevó a la fiscalía todas las pruebas correspondientes. Seguramente el fallo será a favor de la dirección porque se dicen muchas cosas que no son ciertas y a esto hay que ponerle un parate.

Después el reclamo salarial va por otra vía. No le compete a la dirección. Hay un Ministerio de Salud y un Ministerio de Economía, hay paritarias, sindicatos. Quien paga los sueldos es el Estado, no el hospital. Obviamente yo tomo los reclamos y los elevo.

-¿Qué cambió después de la intervención?

-Mucho, para mejor. Sobre todo en lo administrativo contable; por ejemplo la empresa que lleva los residuos patológicos no sabíamos quién era, venía, recolectaba y dejaba una factura, no había un convenio firmado. Las cosas tienen que hacerse bien. Empezamos a corregir esas cuestiones.

También el tema de los proveedores que no se hacía cotejo de precios. Se compraba los insumos generales al proveedor que siempre le fió al hospital; ahora podemos comprar un poco en cada lugar, al contado. Eso generaba que el único proveedor del hospital marcara con un 200 o 300 por cierto, lo que nos generaba una gran deuda. Hoy con los proveedores locales estamos al día.

Pudimos administrar mejor el recurso económico que viene por parte del Estado porque se ha podido comprar equipamiento con recursos genuinos del hospital, entre ellos un electrobisturí para quirófano, una selladora para esterilización y una balanza digital para pesar a los bebés.

-¿Tu relación con los médicos es buena?

-Sí, es buena. Por ahí nos falta un interlocutor del día a día para contarle el proceso de cada expediente y en qué instancia está.

-Que algunos profesionales efectúen reclamos a través de los medios de comunicación o las redes sociales, parece demostrar que hay cortocircuitos.

-Yo no me sumo a nada de las redes sociales. El reclamo tiene que ser directo acá para canalizarlo a través de las vías que corresponde.

Tenemos un equipo humano muy bueno en el hospital y hay que cuidarlo. En las guardias estamos atendiendo mucha demanda que no son urgencias y emergencias, y si no mejoramos esto, algunos profesionales se van a terminar yendo.

-Otro tema que también había sido cuestionado es el de la limpieza en las salas del hospital, por ejemplo se decía que quedaban restos de comida de un día para el otro.

-Eso se fue solucionando. Se hicieron disposiciones internas de que el personal rote, ya que hasta hace unos meses venían solo a la mañana y ahora lo hacen también por la tarde.

Quiero resaltar que con ayuda del municipio pudimos incorporar dos administrativos para arancelamientos y turnos, y dos agentes de limpieza. Es un hospital al que le falta personal de maestranza y administrativo, así que a través de un convenio entre la municipalidad y el ministerio se pudo llegar a un acuerdo.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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