Por otra parte, dijo que como presidente municipal debería saber que “la cuarentena administrada tiene que tener un orden general, sino cada gobierno local o municipio se convertiría en una especie de república autónoma”.
El intendente sansalvadoreño remarcó en ese sentido que se encuentra vigente un DNU del presidente, “que si bien delega facultades a los gobiernos provinciales para ir habilitando actividades, y éste a su vez a los Municipios; no es menos cierto que -al mismo tiempo- establece prohibiciones respecto de otras actividades que no pueden ser habilitadas por el gobernador ni por los intendentes si no media autorización del gobierno nacional”.
“Cada intendente puede elevar al gobernador sus pedidos de excepciones con los protocolos respecto de las actividades prohibidas, lo que deben ser evaluado por el Comité de Emergencia Sanitaria y luego elevado al gobierno nacional para que defina. Así funciona el sistema que tenemos vigente”, argumentó Larrarte.
Aclaró además, que no se trata de meras cuestiones burocráticas, “sino de revisiones necesarias para que los epidemiólogos y profesionales orienten al gobernador y al presidente en la toma de decisiones. Aún cuando en nuestras ciudades o en la provincia no se están registrando casos desde hace tiempo, no se puede hacer de cuenta que el virus no existe”.
El intendente aseguró que el marco del sistema vigente “todos vemos cómo Bordet está en permanente contacto con las autoridades nacionales y que hace gestiones -ante Cafiero y ante Fernández- que van permitiendo las habilitaciones que se anuncian, las que responden también al pedido de los intendentes”, concluyó.