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Pablo Martínez, especialista en Neumonología
Pablo Martínez, especialista en Neumonología
Pablo Martínez, especialista en Neumonología
Reconocido tanto por los pacientes como por sus pares, el Dr. Pablo Martínez (M.N. 97600 / M.P. 9294) –especialista en Neumonología- es uno de los médicos referentes del tratamiento de pacientes con coronavirus en el Hospital San Benjamín de Colón.

Entrevistado por El Entre Ríos, contó cómo vivió el brote de Covid-19 que hubo en Colón a principios de junio, se refirió a los dos casos del departamento en los cuales no se encontró nexo epidemiológico y opinó sobre la forma en que se está llevando adelante la cuarentena en la Argentina.

-Durante este tiempo hemos escuchado a los especialistas decir “no lo sabemos porque es un virus nuevo”, como respuesta a muchas de nuestras preguntas ¿Qué han aprendido en estos meses sobre el Covid-19?

-Un montón hemos aprendido. La contagiosidad, las medidas para que no haya contagio, el comportamiento de acuerdo a la edad, que se presenta en formas leves, moderadas y severas, y qué hacer. También cómo colocar a los pacientes sobre la cama antes de llevarlos a terapia intensiva, sabemos que con el pecho hacia abajo tienen mejor ventilación. Se ha aprendido sobre el tratamiento con plasma; si hay que dar antibióticos o no, porque si bien no son para el coronavirus, sí para las comorbilidades que provoca.

Pasamos de necesitar para el alta dos negativos, en junio era uno y en julio con 10 días los leves recibían el alta o con 72 horas sin síntomas, porque se descubrió que al octavo o noveno día los leves y los asintomáticos ya no contagian.

-¿Todo esto que aprendieron les permite concluir si el virus es más o menos grave de lo que se pensaba al inicio de la pandemia?

-No me permito decir si es más o menos grave. Lo conocemos más. Si bien la edad y las comorbilidades son los determinantes más importantes, hemos tenido casos de más de 60 años con comorbilidades importantes, donde el virus se comportó leve; y pacientes más jóvenes con menos comorbilidades, donde ha sido grave.

El promedio de edad de los infectados es 37 años y el de los muertos es de 75, o sea que la edad es importantísima.

-¿Los jóvenes se contagian más porque tienen mayor vida social o su predisposición para el contraer el virus es mayor?

-No, porque son la población activa.

-¿En Argentina la cuarentena estuvo bien administrada?

-Mi opinión es que fue bastante anticipada, no sé qué piensa el resto del personal del hospital al que pertenezco. El 18 de marzo hacía 30° y estábamos todos encerrados, lo que provocó mucho desgaste en la población, contando además que Colón tuvo 15 días de fase 1 en pleno junio por los primeros cuatro casos en un solo día, que no se hizo eso en el resto de la provincia. Fue bastante dura la cuarentena. Y bastante larga.

Me pregunto qué hubiese pasado si empezaba después; no lo sé. Si en ese momento a toda la gente que venía de afuera y tenían que hacer la cuarentena se la hubiese dejado en la calle.

Por un lado pienso que se está haciendo muy largo y por el otro pienso qué hubiese pasado si no se hacía así.

-La cantidad de contagiados seguramente hubiese sido mayor. Siguiendo esta posibilidad, ¿buscar una inmunidad de rebaño hubiese sido una buena medida?

-Sí. Hasta yo a veces deseo haberme contagiado. Tener una enfermedad leve me vendría bien para el manejo con los pacientes.

-¿No se puede volver a contagiar quien ya tuvo Covid?

-No está comprobado que eso suceda.

-¿La cantidad de hisopados que se realizan es suficiente?

-Somos un país que hisopamos poco, comparado con otros. Respecto a Colón, somos un grupo de médicos que unificamos criterios y no tenemos alguien que nos diga que no. Tratamos de ser criteriosos y si un médico indica un hisopado es raro que se lo rechacen. No tengo el concepto de que estemos hisopando de menos en Colón, San José y Villa Elisa.

-Últimamente se escucha bastante hablar de los falsos positivos ¿El método PCR es eficaz?

-El falso positivo es uno cada cien, no es malo el sistema. Lo que tiene la PCR es que mide ADN viral, si uno tiene restos va a dar positivo, por eso pasaba que había pacientes con 60 días de positivo y hasta que se descubrió que la contagiosidad llega a 10 días, se pensaba que esos pacientes tenían virus completo y seguían contagiando. Esto es parte de lo que fuimos aprendiendo.

-Cuando fue el brote en Colón, entre fines de mayo y principio de junio, hubo en dos días 11 contagiados a partir del mismo nexo. Pensé que esto dejaría al menos un centenar de positivos y no fue así ¿A qué se debe?

-Yo también creía eso. En realidad fueron 13 en los dos primeros días, porque fueron 4 el primer día y 9 el segundo; en principio eran 7 positivos y 2 dudosos que se confirmaron más tarde.

Para mí se debió a que el trabajo de mis colegas fue impresionante. Hubo cuatro o cinco médicas que estuvieron con el teléfono, tipo call center. El trabajo de bloqueo fue lo más importante en Colón y fue lo que no lograron hacer en Paraná. Al paciente que era positivo se le hacía un desglose de sus 14 días previos y a toda esa gente, que eran como 200 personas, se las aislaba y se les hacía seguimiento. Hubo bastante apoyo de la población en ese momento, que fue responsable.

-¿No les llamó la atención que entre esos 200 aislados no hubiese más diagnósticos positivos?

-El de los chicos era un grupo cerrado que no contenía a otras personas. Después hubo quienes estuvieron en contacto con ellos cada dos días y nos llamó la atención que no se hayan contagiado. Supongo que está asociado a la inmunidad de cada uno y hubo reuniones sociales que fueron en lugares abiertos. Y como decía antes, el gran trabajo epidemiológico, fue lo que distinguió a Colón del resto de la provincia.

-¿Cómo viviste esa etapa que fue tan complicada para la comunidad de Colón y para el hospital?

-Yo cuando trabajo estoy tan concentrado en lo que hago que no mido consecuencias. Después tengo consecuencias físicas que trato de resolver. Tuve momentos de angustia, de malestar porque tenía pacientes que eran agredidos. Era una situación de estrés, pero no lo viví mal, porque además no tengo miedo.

-Hace un par de semanas dio positivo una persona que trabaja en el área de maestranza y no se determinó su nexo epidemiológico ¿Llama la atención eso?

-Llama la atención. Nunca supimos dónde se contagió, es verdad. Podemos tener varias explicaciones; una es que esta persona trabajaba con nosotros acá en la sala cuando estaban internados los positivos; se me ocurre que se puede haber contagiado en ese momento y después haya hecho un cuadro viral, se le hizo el hisopado y le dio positivo, pero en realidad era excretora de estos restos virales. Cuando yo la atendí y cuando se hisopó estaba enferma, de hecho en su familia había gente con gripe y dieron negativo. Es una suposición.

La nena de San José que dio positivo tampoco sabemos cómo se contagió.

-¿No estaba en tratamiento en Buenos Aires por un problema de salud?

-Hacía meses que no iba a Buenos Aires. Tampoco se supo. Son los dos casos en el departamento que nos quedaron colgados.

-El Ministerio de Salud de la Nación dispuso que todo contacto estrecho de un infectado, que además presente algún síntoma compatible con covid, sea diagnosticado como positivo sin análisis previo. La provincia de Buenos Aires acató esta medida, en cambio CABA decidió seguir hisopando ¿Cómo es en Entre Ríos?

-Entre Ríos se adhirió en áreas de circulación viral, o sea únicamente en Paraná. Nosotros seguimos hisopando.

-¿La única salida para el Covid-19 es la vacunación o hay algún tratamiento alternativo que pueda ser válido?

-Por ahora hay tratamientos experimentales, pero parece que esto va a terminar cuando empiece la vacunación.

-El Dr. Facundo Manes dijo que a raíz de esta cuarentena tan prolongada estamos viviendo una epidemia de enfermedad mental ¿Será así?

-Sí. Por eso digo que fue muy temprano. Ahora que es el momento de mayor contagio se van a abrir más cosas. En nuestra zona tuvimos dos casos en marzo, uno en abril y estábamos en cuarentena.

Creo que el componente psicológico en esta cuarentena es grande, lo veo en el hospital y en el consultorio privado. Me pasa a mí, no por el trabajo, sino por lo que no puedo hacer y me hace mal. Esto ha generado mucha angustia. Va a ser más complicado eso que el mismo virus.

Además no se puede englobar en las mismas medidas a todo un país, con realidades tan diferentes de todo tipo.

-¿Cuál sería la sugerencia de cómo continuar, en caso de ser consultado?

-La verdad creo que en este momento no hay que prohibir más sino apelar a las responsabilidades individuales. En la vida no me gustan las prohibiciones.

Si te dicen que hay que usar tapabocas, que no hay que juntarse más de diez, hacerlo. Esto tiene que ver con que si se juntan 60 personas y hay alguien enfermo, el sistema de salud de Colón va a colapsar porque tenemos una cantidad determinada de lugares para tantas personas. Pero creo que hay que ser más responsable a nivel individual.

-Uno de los argumentos para extender el aislamiento es que hay gente que no es responsable y perjudica al resto.

-Claro, es así, pero que cada uno haga lo que tenga que hacer. Cuesta un montón, porque hay que adquirir costumbres.
Fuente: El Entre Ríos

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