“Les cuento que me siento trabajando bajo mucha presión, que Enfermería está expuesta y no es cuidada ni protegida como debería”, plantea. “Tenemos acceso a charlar con la psicóloga del hospital (donde hacemos catarsis de todo), aún así no vemos resultados positivos porque los problemas de base no se solucionan, donde es desgastante esperar respuestas a reclamos planteados desde 2015, sin respuesta alguna de parte del Ministerio (de Salud)”, dice a continuación.
Y allí es cuando llega al quid de la cuestión: “Imagínense, ahora, ante la pandemia, menos respuesta a reclamos. Me pregunto, y me respondo ante la locura, la incoherencia, la falta de respuesta, ¿cómo puedo cuidar y cuidarme si no tengo el personal necesario durante las guardias?”.
“No somos máquinas, somos seres humanos, atravesados como todos, pero esta situación nos está desbordando; ojalá tengamos una respuesta positiva por parte de las autoridades y me hago cargo de lo que digo: así no se puede trabajar”, agrega dando su nombre y apellido.
Para concluir, envía un mensaje directo a la población: “Gente... no quiero aplausos ni reconocimientos, quiero poder trabajar bien, como se debe, nada más”.