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El tercer puesto obtenido el domingo pasado en la fecha de Termas de Río Hondo (Santiago del Estero) acentuó el buen momento de Nicolás Bonelli en el Campeonato Virtual “Copa TC en casa”. A bordo de su Ford, el piloto oriundo de Concepción del Uruguay compartió el podio con Nicolás Trosset (Dodge) y Ever Franetovich (Chevrolet). Coincidentemente este trío, en ese mismo orden, marcan el rumbo de la competencia que continuará el domingo 14 de junio en Posadas (Misiones). Entrevistado en “Deportes 12” (lunes a viernes de 20 a 21 por Radio 12 FM 89.1 de Colón – www.radiodoce.com), el uruguayense describió su actualidad en el Campeonato Virtual: “Es una buena iniciativa de la ACTC la de organizar estas carreras virtuales. Sirven para continuar en actividad, despuntar el vicio y mostrar nuestros sponsors. Es muy distinto a la pista, de esta manera se desarrolla mucho lo mental porque están mucho tiempo frente a la computadora”, contó. Y amplió: “Estoy tercero en el campeonato después de hacer podio en Santiago. Arranqué lejos de la punta en Concordia, donde tuve algunos problemas, y en San Juan un toque en la serie me relegó y tuve que largar muy atrás en la carrera”.

El TC fue una de las categorías que antes de la llegada de la pandemia al país había podido arrancar la temporada y disputó dos fechas. Sobre ese inicio, el menor de la dinastía Bonelli recordó: “En Viedma terminé 16°, un toque me relegó cuando iba segundo en la serie y tuve que largar último. Y en Neuquén un sensor del auto detectó un problema e inmediatamente se detuvo en la serie, por eso largué último la final y llegué 30°, una posición que claramente no es la realidad del auto”.

Si bien es muy distinta la adrenalina que emerge cuando se corre en pista, el sentido de competitividad que tiene esta clase de campeonatos es el mismo. “Uno siempre quiere ganar y lo toma con mucha seriedad. Cuando en la fecha de San Juan un toque me relegó, me calenté como si hubiera ocurrido en pista, ja ja”, expresó el piloto que en octubre cumplirá 37 años. Y añadió: “Al simulador lo tenía guardado y solo lo usaba para conocer pistas nuevas. Ahora practico todas las noches y me anoté para correr en categorías europeas”.

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El automovilismo es uno de los deportes que más siente los cimbronazos de la economía y en los últimos años los costos para competir, sobre todo en el más alto nivel como lo es el TC, se incrementaron bastante. Esto provocó que, antes de la llegada de la pandemia, el equipo Bonelli Competición decidiera que sólo uno de los hermanos saliera a pista y ese fue Nicolás, aunque con la expectativa de que Próspero, el mayor, pudiera sumarse en el transcurso del campeonato. “Se cayó un sponsor en enero y por eso Pope no arrancó a competir. Antes de la pandemia, estábamos en conversaciones con otros sponsors para que pudiera volver, inclusive visitamos varias empresas de la zona que están funcionando bien. Pero ahora la situación se puso más difícil”, mencionó Nicolás al respecto, y resaltó: “Pope no está retirado de ninguna manera. El equipo necesita tener los dos autos en pista para mantener el taller porque los costos son muy altos”.

Por estos días, al igual que muchas otras disciplinas, el automovilismo vive una etapa de incertidumbre, aunque al final del túnel parece haber luz, porque ya se presentó un protocolo sanitario para regresar dentro de unos meses. “Esto nos va a cambiar rotundamente a todos. La categoría presentó un protocolo con menor participación de gente en los boxes y buscando achicar costos con menos rotación de autos en pista. Todos los equipos están trabajando para volver. En nuestro caso tenemos confianza que nuestros sponsors, que también son amigos, nos sigan acompañando”, señaló quien a los 7 años comenzó a incursionar en las categorías del karting entrerriano y después pasó por la Fórmula Entrerriana y Renault, para luego saltar al plano nacional en el TC Mouras y el TC Pista, siempre copiloto de Próspero.

Los Bonelli son una familia reconocida en Concepción del Uruguay, la provincia y el país por su larga trayectoria en el automovilismo, porque Próspero padre fue uno de los íconos de la época dorada de la Fórmula Entrerriana. Tantos años de trabajo y de buenos resultados posibilitaron la llegada de los hermanos al TC y Nicolás se encargó de reflejarlo: “Nos costó mucho llegar hasta acá y no queremos perder nuestro lugar. El taller que tenemos es nuestro segundo hogar, y a veces el primero. Lo hicimos siempre con pasión, logramos armar una gran estructura y participar con dos autos en la categoría más importante del país”, y subrayó: “Nuestro caso es especial, ya no se ve en el TC, porque no solo somos pilotos, sino que también buscamos publicidades, armamos el auto junto a nuestros empleados y somos los chasistas y motoristas. Hoy todo está súper profesionalizado y ya no ocurre esto en otros equipos. De todos modos, hacerlo de esta manera tiene el beneficio de conocer hasta el mínimo detalle del auto”. Para terminar, se refirió al sexto aniversario de la reinauguración del autódromo de Concepción del Uruguay: “Es difícil de explicar lo que significa correr en la pista de tu ciudad y sentir el apoyo de tu gente. Sé el esfuerzo que hizo toda la gente a lo largo de los años, inclusive mi viejo, para mantenerlo”.
Fuente: El Entre Ríos

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