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Ferrocarril Oeste se ha caracterizado por proyectar a grandes talentos del básquet argentino, fundamentalmente en las primeras dos décadas (’80 y ’90) de la Liga Nacional. Uno de los más importantes, por su trayectoria a nivel clubes y por haber sido parte de la Generación Dorada, fue el goyano Federico Kammerichs.

El “Yacaré” emergió en el “Verdolaga” a fines de la década del ’90, bajo el mando de Enrique Tolcachier y recibiendo consejos del recordado León Najnudel, uno de los padres de la Liga Nacional. Luego de tres temporadas en muy buen nivel emigró a Europa, donde hizo gran parte de su carrera, mientras paralelamente se fue introduciendo en la Generación Dorada, participando de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 (medalla de bronce) y Londres 2012. La parte final de su carrera, aún con mucho hilo en el carretel, la cumplió en su Corrientes: siendo campeón de LNB con Regatas en la 2012/2013 y despidiéndose de la actividad en Unión de Goya jugando el Torneo Federal hasta 2015.

Alejado totalmente del básquet -“no miro partidos y leo muy poco”- y haciendo una vida “normal, como cualquier persona” en Goya, Kammerichs atendió el llamado de DEPORTES 12 (RADIO 12, 89.1 y www.radiodoce.com) para repasar su trayectoria, en una charla amena y con muchas anécdotas.

“Me encuentro muy tranquilo en Goya. Decidí retirarme joven porque buscaba volver a la tranquilidad de la ciudad y dedicarle tiempo a la familia. Tengo un comercio y vivo como cualquiera lo hace acá en el interior. Voy a pescar y comer asado”, arrancó contando el “Yacaré”, con la tranquilidad que lo caracteriza.

Sobre su temprano retiro de la actividad señaló que: “En su momento estuve decidido en hacerlo y hoy, con el paso del tiempo, agradezco haber tomado esa decisión. Al principio tenía algo de incertidumbre por saber qué pasaba el día después, pero quedó ahí”.

Tiempo después no tardaron en llegar ofrecimientos para seguir ligado al básquet y aunque inicialmente la idea prendió, rápidamente se desinfló. “En su momento me llamaron para sumarme a un staff técnico pero no me terminó convenciendo la función que iba a cumplir, me parecía que sobraba en un cuerpo técnico de acuerdo a gente que se prepara y se dedica a eso”, contó con total sinceridad. Y añadió: “También intenté ser Presidente de la Federación de Básquet de Corrientes, pero no tuve apoyo”.

Volviendo a su intensa carrera dentro del básquet internacional, Kammerichs se refirió a un momento que pudo haber cambiado su carrera: la chance de jugar NBA, cuando Portland lo drafteó en 2002. Sin embargo, tomó una decisión que sorprendió a muchos y se quedó en España: “En su momento fui drafteado y durante unas horas tuve el contrato sobre la mesa, para analizarlo y firmar. Pero disfrutaba mucho jugar la ACB, estaba muy cómodo en Pamesa Valencia y me gustaba vivir en España. Quizás tenía un poco de temor de ir a la NBA, pensaba que era ir y volver, que la competición me quedaba grande”, recordó. Y subrayó: “Sinceramente tampoco me carcomía jugar NBA. Siempre fui muy seguidor del básquet europeo”.

Antes de partir a Europa, Kammerichs jugó tres temporadas de Liga Nacional para Ferrocarril Oeste, club al que siempre le estará agradecido: “Le debo todo lo que fui como jugador, no pude haber caído en mejor lugar. Llegué en 1998 y el técnico era Enrique Tolcachier. Trabajamos mucho en fundamentos. Estuve entre los 18 y 21 años y terminé modelando una formación, la cual me permitió hacer mi carrera. Fue un orgullo haber ido hace unos años y ver mi camiseta colgada entre tantos grandes de la institución”.

La entrevista continúa, el protagonista se va descontracturando y empieza a entrelazar las historias de Kammerichs y una ciudad de la provincia de Entre Ríos. En 2002, tras la renuncia por motivos familiares de Juan Espil, Rubén Magnano llamó al “Yacaré” para sumarse a la Preselección Argentina que entrenaba en Colón con vistas al Mundial de Indianápolis 2002, donde luego comenzaría el ciclo glorioso de la Generación Dorada, con el primer triunfo ante el Dream Team y el subcampeonato.

“Estaba de vacaciones en Goya y a punto de ir a pescar con amigos cuando mi viejo me avisó que Magnano llamó para que viajara a Colón. Estuve casi dos semanas y después me avisaron que no iba a formar parte del grupo. Fue mi introducción a la Generación Dorada”, rememoró quien por ese entonces dejaba el Ourense y llegaba al Pamesa Valencia de la ACB.

Kammerichs llegó un domingo a Colón, jornada libre del plantel, y se sumó a una excursión de pesca con varios compañeros que incluyó al dirigente local Carlos Delasoie, hombre fuerte de La Unión. “Desde esa época lo conozco y sembramos una gran relación, sobre todo porque siempre fue un seguidor de la Selección en las competencias internacionales”.

Pero esa no fue la única visita deportiva del goyano a Colón, que años antes fue campeón con Ferrocarril Oeste del Campeonato Argentino Sub 20 que se definió en el estadio de La Unión (finalizó tercero) y en el que también jugaron Estudiantes de Bahía Blanca y Banco Provincia.

Y una década después, más precisamente en la previa de la temporada 2012/2013, Kammerichs, en Regatas Corrientes y con Paolo Quinteros como compañero, participó de un Súper 4 que organizó La Unión, que se aprontaba para regresar al TNA. En esa oportunidad Colón volvió a ser talismán para el “Yacaré”, porque el “Remero” se consagró campeón de la Liga Nacional tras vapulear en la final a Lanús. “Fue una de las finales más tristes porque se definió 4-0, de visitante y con poca gente en la cancha”, describió.

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Sin embargo dejó salir todos sus gratos recuerdos: “Fue algo que disfrutamos muchísimo, se anhelaba un montón. Tuvo un gran valor para mí siendo correntino. Aprendí a querer la institución y me hice hincha. Lo poco que sé de la Liga es porque sigo a Regatas”. Y puntualizando sobre el colonense Quinteros opinó: “Es un gran amigo y un compañero de muchas batallas en Regatas y la Selección. Es de los mejores jugadores con los que me tocó jugar”.

Años después haberse quedado a las puertas de viajar a Indianápolis, Kammerichs tuvo revancha y pudo formar parte de “El Alma”. “Fue una etapa maravillosa y nos superó a todos. Recuerdo el momento en que Pepe Sánchez debutaba en la NBA, nos prendimos todos a la televisión a ver imágenes. Y años después Ginóbili ganó 4 anillos. Emociona cuando periodistas especializados en otros deportes halagan a la GN. Fui parte de ese proceso y es algo que recuerdo con muchísimo cariño”, completó.

Antes del cierre, quien también jugó en Girona, Bruesa, Murcia y Flamengo, recordó una divertida experiencia junto a Fabricio Oberto en España. “Hicimos un programa de radio que se llamaba -No todo es básquet-. Nos divertimos mucho y tenía gran audiencia. Hablábamos de música y libros”, destacó. Y agregó: “Me apasiona la radio, la escucho todo el día. Nunca se me ocurrió volver a hacerlo. Fabri siguió e hizo su propio programa de televisión”.
Fuente: El Entre Ríos - Radio 12.

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