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El 25 de noviembre último Fernando Galarraga fue ratificado por el presidente Alberto Fernández como director ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDis), luego de pasar por la dirección interina y previamente ocupar la subdirección.

De esta forma, el uruguayense se convirtió en la primera persona con discapacidad en asumir ese cargo.

Este viernes visitó la ciudad de Colón y en ese marco, participó de una entrevista en la redacción de El Entre Ríos.

Sobre el organismo que funciona desde 2017, comentó que “está integrado por un equipo de personas con y sin discapacidad, en diferentes roles. Al llegar encontramos que estaba totalmente desarticulado, nunca se había hecho nada para implementar políticas de inclusión, reforzando una mirada antigua sobre la discapacidad”.

-¿A qué se debe la visita a Colón?

-Vine a participar de dos eventos: el lanzamiento del Plan de Accesibilidad para una ciudad más inclusiva y la inauguración de la nueva sede del Centro de Rehabilitación Santa Ana.

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Desde la gestión municipal se está impulsando la temática de la discapacidad y es importante que cuente con el acompañamiento de toda la comunidad.

En cuanto al centro de rehabilitación, es un espacio muy moderno, surgido de una institución de la sociedad civil de la localidad.

-¿Colón es una ciudad accesible?

-No, todavía no tiene las características, pero no es muy diferente a muchas ciudades de nuestro país.
Por eso el miércoles desde la agencia hemos lanzado con el presidente un plan que se llama Accesar, orientado a los municipios, para que los gobiernos locales incorporen la perspectiva de la discapacidad desde todos los ámbitos, no solo armar rampas, juegos inclusivos o sillas anfibias como en Colón que es una ciudad turística; sino también capacitar a los cuadros políticos y técnicos, reformular ordenanzas, crear mecanismos de diálogo con la sociedad civil, incorporar el cupo laboral como una prioridad para promover el acceso al trabajo de personas con discapacidad y el financiamiento de obras estratégicas para promover todo esto a partir de un trabajo articulado entre el equipo de la agencia y los municipios.
La idea es incorporar gobiernos locales que quieran sumarse.

-Recién mencionaba la necesidad de promover el acceso al trabajo ¿Se cumple el cupo mínimo?

-La ley establece un cupo del 4% en el ámbito público, pero es histórico su incumplimiento. Hoy tenemos la meta de avanzar, no sé si para llegar a cumplirlo absolutamente a lo largo de nuestra gestión, pero sí impulsarlo con fuerza.

No se trata solo de dar trabajo, sino de llevar a cabo una serie de acciones complementarias para que esa inclusión tenga éxito. Si no le das herramientas de accesibilidad (una computadora adaptada, no preparás al equipo en la vinculación), puede ser un fracaso.
El desafío es transformar el Estado para que las personas con discapacidad que ingresen puedan hacer allí una carrera.

En el ámbito privado vemos que hay empresas que incorporaron personas con discapacidad, pero sin tener entre sus metas que evolucionen o avancen en una carrera. Hay profesionales que llevan años atendiendo un teléfono y cada vez que piden el traslado a áreas pertinentes a su formación, la respuesta es negativa. Eso es lo que no queremos que pase en el Estado.

-Ya que hablamos de formación profesional, ¿qué pasa en los centros educativos con la integración de quienes tienen una discapacidad? En Entre Ríos hemos tenido hace poco el caso de una joven que no podía aprobar su último examen de la facultad porque se negaban a adaptarlo a sus posibilidades

-Suele pasar que la persona con discapacidad es la propia gestora de su inclusión y lucha por sus propios medios, a veces acompañado por su familia o algún docente que se sensibiliza. Tenemos que lograr un trabajo institucional, para que el sistema educativo universitario vea a la discapacidad como un tema de agenda.

Por primera vez, la agencia se está vinculando con el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), donde están todos los rectores de las universidades nacionales; y con la RID (Red Interuniversitaria sebre Discapacidad), un espacio que está creciendo y nosotros nos sumamos.
Le hemos planteado al ministro Trotta que la perspectiva de la discapacidad se incorpore a los contenidos programáticos de la educación, en todos los niveles.

-¿Está bien que existan escuelas de las denominadas “especiales”?

-No. Debemos avanzar hacia que desaparezcan las escuelas especiales, que haya una transformación del sistema educativo para que sea inclusivo, que si chico tiene discapacidad pueda ir a la misma escuela que sus hermanos y no que tengan que mudarse de ciudad como pasó en mi caso.
Nosotros en la década del ’70 cambiamos de ciudad porque cerca no había ningún lugar para que estudie una persona con discapacidad visual. Eso sigue pasando en la Argentina.

Tiene que haber sistemas que apoyen y contengan a la institución, que formemos docentes con esta perspectiva, más allá de los recursos de apoyo que después hay que dar, como computadoras, máquinas de escribir braille, baños accesibles, ascensores o eliminación de barreras que hay muchas en las escuelas todavía.

No puede ser que hoy haya docentes que se nieguen a recibir estudiantes con discapacidad. Por desinformación, falta de capacitación o de visibilidad de la temática, ponen obstáculos.

-Hace unos meses el presidente Alberto Fernández tuvo algunos conceptos desafortunados en relación a los chicos con discapacidad y la vuelta a las aulas en pandemia, diciendo entre otras cosas que ellos “no entendían” ¿Tuvo oportunidad de hablar con él sobre eso?

-Sí, lo hablamos. Fue muy abierto a la escucha, el diálogo y el aprendizaje.
Obviamente hay que naturalizar la terminología apropiada para referirse a la discapacidad, pero no hay que olvidarse que venimos de una gestión en que el presidente anterior decía los términos correctos, pero sus políticas iban en un sentido contrario, como desfinanciar prestaciones, quitar pensiones, congelar el avance del cupo laboral.

Lo fundamental es que Alberto Fernández tiene la decisión y nos brinda el respaldo para impulsar políticas que van en línea con el ejercicio de los derechos de las personas con discapacidad.

-¿Las personas con discapacidad deberían haber estado entre los grupos prioritarios para vacunarse contra el covid-19 desde que se inició la campaña?

-Acompañamos al Ministerio de Salud en el debate sobre los momentos. Partimos de que en los primeros meses de la campaña no había vacunas y había que priorizar. Nosotros dijimos que había que vacunar primero a las personas con discapacidad que tienen comorbilidades; yo como persona ciega no tengo el mismo nivel de riesgo que otros.

-¿Cómo se presenta este acto electoral para las personas con discapacidad?

-Hicimos un trabajo muy interesante desde el año pasado con la Cámara Nacional Electoral. Convocamos a una mesa en que las propias personas con discapacidad hicieron escuchar su voz a través de sus referentes, y dieron a conocer lo que hay que transformar del sistema electoral argentino para que sea más inclusivo y accesible.

En los próximos días vamos a tener un encuentro con representantes políticos para contarles las herramientas que pueden utilizar.

Las autoridades provinciales de discapacidad están trabajando con las cámaras para identificar escuelas accesibles a las que enviar a la gente.
Incluso se hizo un trabajo con la Secretaría de Derechos Humanos para la incorporación en el padrón de personas con discapacidad intelectual que están internadas en residencias permanentes.
Fuente: El Entre Ríos

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