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Fuente: Rubén Coman - El Entre Ríos
Fuente: Rubén Coman - El Entre Ríos
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De acuerdo a las charlas que dirigentes de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) mantuvieron las últimas semanas con sus pares de los clubes del Torneo Federal, quedó fijada la intención de unificar, para la próxima temporada, ésta categoría con la Liga de Desarrollo, por lo que la tercera división pasaría a llamarse “Liga Federal de Desarrollo”.

Pero el cambio no solamente estará en la denominación, sino en el formato de competencia y fundamentalmente en la estructura de los planteles. Es que, entre los principales ítems, se apunta a reducir la cantidad de fichas mayores de 23 años (de 7 a 4) con el propósito de otorgarle un lugar preponderante a los juveniles, ya que el proyecto está orientado a que la división sea impulsora de nuevos talentos hacia las categorías principales, como lo son la Liga Nacional y la Liga Argentina.

Éste fue uno de los temas que abordó José Perroni, referente del Club Social y Deportivo San José, en una entrevista que realizó este viernes con DEPORTES 12 (RADIO 12, FM 89.1, www.radiodoce.com).

-¿Qué te parece la iniciativa impulsada por la CABB de unificar el Federal con la Liga de Desarrollo?
-No me enteré demasiado, pero estoy al tanto de algunos cambios que piensan llevar a cabo. Me parece que bajar de un año a otro de 7 a 4 fichas mayores es una medida drástica. Si bien desde lo personal no me modifica mucho porque pienso jugar uno o dos años más, lo veo del lado de los jugadores que con sólo 24 o 25 años van a tener complicaciones para conseguir club. Partiendo de la base que los chicos de entre 17 y 20 años, si son buenos, van a llegar por sí solos a las categorías principales.

-¿Qué cambios va a generar en el juego?
-Sin menospreciar a los chicos, que sin lugar a dudas son el futuro, los del Federal van a ser partidos de juveniles con algunos refuerzos mayores. Porque si tenés 4 fichas mayores y alguno se lesiona, más la acumulación de faltas, te quedan uno o dos en cancha. No entiendo el motivo, los mayores han pasado por muchas situaciones para ganarse un lugar. Esto genera que un pibe de 20 años que tiene muchas condiciones pase a valer oro y los clubes van a gastar en esas fichas y no en los mayores. Después hay que ver el tema de los descensos, porque si no hay, tal vez los clubes de la zona jueguen con los chicos y algún mayor de la ciudad. Unos 300 jugadores mayores van a tener que salir a pelear por los lugares.

-¿Y desde lo estructural?
-Me parece bien la medida que apunta a que los chicos tengan que estudiar, la del básquet es una carrera corta y sobre todo si sufrís una lesión seria. Pero veo muy difícil de implementar grandes cambios. En condiciones normales es muy difícil cargarles más cuestiones a clubes que hacen un esfuerzo grande por participar, que lo hacen gracias al apoyo del gobierno y a los ingresos por recaudaciones. No entiendo el motivo justo en este momento, con la pandemia y la difícil situación económica del país. En este sentido no habría cambios, porque la inversión que no harían en la ficha mayor la van a hacer en los juveniles de nivel. Por otro lado, no creo que los dirigentes quieren empezar a jugar un nuevo torneo sin público, sobre todo por la dificultad que les generó cerrar el torneo pasado.

-Respecto a lo que pasó, y después de una temporada complicadísima por las lesiones, ¿lo único positivo fue salvar la categoría?
-Fue un año con muchísima mala suerte y eso llevó a que el equipo debiera formarse siete u ocho veces en la temporada. Se armó un equipo en la pretemporada, se pulió la base y al segundo partido nos lesionamos dos jugadores titulares –el otro Federico Barra- y encima fuimos a cirugía. Después nos acomodamos y pasó lo de Leo Quarroz –apendicitis aguda-, que estaba arriba de los 20 puntos de promedio y también fue a cirugía. Y se agregó lo de Juan Stegmayer, que por una lesión en el hombro, estuvo dos meses afuera. Dentro de todo, los chicos que fueron quedando se hicieron cargo de la situación y se salvó la categoría, aunque no de la forma que queríamos.

-Estaba latente la chance de un Play Out con La Unión, ¿qué hubiera pasado?
-Iba a ser terrible, sobre todo porque los dos partidos que jugamos se definieron en la última pelota. Hubiera sido para alquilar balcones, lindo para jugar, pero con muchísima presión. Al momento de la suspensión estábamos con la calculadora en la mano. Si bien no queríamos jugarlo, estábamos con muchas chances de hacerlo después de la increíble remontada de Peñarol de Tala.

-¿Qué opinás del básquet provincial, viendo que los equipos con más historia están en el Federal y se redujo la cantidad en la Liga Entrerriana?
-Faltan subir muy pocos equipos para que la División Entre Ríos en el Torneo Federal sea una Liga Provincial reforzada. Más allá de esto, la Liga siempre tiene sus condimentos, muy buenos clásicos, es muy difícil jugarla y hace varios años que el primero de la fase regular no asciende, es clave estar bien en los Play Off. Tuve la jugarla muchos años y la suerte de ganarla. La disfruté muchísimo.

-¿Qué te generaron los clásicos con La Unión después de tanto tiempo?
-Tienen un condimento especial. Horas antes del partido ya sentís el cosquilleo en la panza, las ganas de estar en la cancha. No es nerviosismo, sino la pasión que uno siente y lo que disfruta el básquet. En la semana se vive de otra manera, amigos y conocidos te dicen “dale que el viernes tenemos que ganar”. Obviamente que se disfruta más cuando ganas y tiene un dolor extra perderlo.

-Sin dudas el título de Liga Provincial con San José fue el momento más lindo de tu carrera, ¿cómo lo describís?
-Me crié en el Club San José y de la infancia tengo más recuerdos de ahí que de mi casa. Les llevaba el agua a todos los jugadores de primera, eran mis ídolos. Mi sueño era jugar y salir campeón en Primera. Pasé etapas muy malas, por lesiones y críticas, pero esas cosas me sirvieron para esforzarme más. Un año antes del título me fui a La Armonía, a quien le estoy agradecido por abrirme las puertas. Fue el trampolín para volver y hacer un gran torneo. Sintetizando, recuerdo que cuando llegué a mi casa después del título, le dije a mi familia que había cumplido mi sueño, ver a San José campeón y festejar con la gente del barrio y del club. Reviví lo que pasé de chico. De ahí en adelante todo viene de regalo.

-Mencionaste antes lo del retiro, ¿va en serio?
-Jugaré uno o dos años más. Tuve varias lesiones y sumado al trabajo, a esta altura se complica un poco. No quiero que el básquet me retire. Prefiero irme bien físicamente.
Fuente: Radio 12 - El Entre Ríos

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