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Luciano Vicentin cumplirá su sueño de jugar en el vóley europeo al confirmarse su traspaso al BBTS Bielsko- Biala, equipo de la segunda división de Polonia.

El oriundo de Paraná, ciudad en la que actuó en Argentinos y Estudiantes, jugó en los últimos años en el Torneo Metropolitano para River Plate y también en los seleccionados juveniles U19 y U21, y en el Mayor en la Copa del Mundo de 2019.

“Tengo una alegría increíble y una motivación enorme. Todavía resta que viaje hacia Polonia, pero me otorga la posibilidad de cumplir el sueño de jugar en Europa para propiciar un salto de calidad y también un incremento económico. Trataré de disfrutar todo lo posible para sacarle el mayor provecho para seguir subiendo mi nivel de juego y mejorar mi carrera como jugador”, expresó Vicentin en diálogo con El Diario.

Asimismo, el punta receptor sintetizó sus perspectivas para este nuevo ciclo: “Espero grandes cosas desde la faceta individual para competir a la altura de lo que surgirá. Soy consciente que podré bajar mi rendimiento teniendo en cuenta el parate físico que demandó la cuarentena. Retorné a los entrenamientos hace algunas semanas y percibí una disminución en mi desempeño comparado al momento que transitaba en la previa a la detención de las actividades. Dejando de lado estos puntos, mi deseo es tener una regularidad en un buen nivel, incorporar nuevos conocimientos y aportar mi grano de arena para llevar al equipo a lo más alto admisible”.

En este sentido, declaró cómo imagina su llegada al combinado polaco: “Me imagino que me encontraré con un club que posee una buena estructura y estará muy organizado, en el cual me van a ofrecer para que mejore personalmente, actúe bien y el equipo sume victorias para lograr los objetivos planteados desde la institución. Sin embargo, tengo muy claro que pasaré por momentos negativos, ya que estaré solo, en un ambiente con personas nuevas, dónde debo adaptarme rápidamente a otra cultura y a un idioma totalmente diferente. Soy consciente que, igualmente, viviré situaciones positivas que me marcarán un crecimiento inmenso desde una cantidad de aspectos que me enriquecerán para mi continuidad en esta profesión”.

En los últimos meses, el panorama estuvo trazado por la adversidad en el marco de la pandemia. En este contexto, el jugador de 20 años, sintetizó cómo transitó esta época intermediada por el Covid-19: “Me costó entrenar en mi hogar. Durante el primer mes me adapté a una rutina y lo realicé con normalidad porque lo llevaba adelante con mis ex compañeros de River a través de la plataforma virtual Zoom. Con el transcurso de los días, la parte mental comenzó a ser más complicada porque me preguntaba ‘¿cuánto tiempo tendré que ejercitar mirando un celular y con mis compañeros a la distancia?’. Tuve altibajos y fue cuesta arriba pero, por suerte, me enfoqué nuevamente y recuperé el ritmo pensando en lo que se viene. El decreto para los deportistas clasificados a los Juegos Olímpicos me favoreció, porque tengo la facultad de entrenar en un gimnasio o en una cancha, y es un privilegio en esta ocasión”. Aislándose de las cuestiones deportivas, este receso fue sustancial para su cabeza. “Este periodo me llevó a compartir el tiempo con mi familia. Hacía más de dos años que no estaba tanto tiempo en mi casa y en Paraná, y poder estar cerca de las personas de mi círculo íntimo me ayudó en el costado humano. Terminó siendo importante para dar este paso trascendental”, puntualizó.
Fuente: El Diario

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