Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Juez Alejandro Calleja (Crédito Paralelo 32)
Juez Alejandro Calleja (Crédito Paralelo 32)
Juez Alejandro Calleja (Crédito Paralelo 32)
«No estamos invadiendo nada, me llaman a resolver un problema».

De ese modo, el juez de Transición y Garantías de Victoria, Alejandro Calleja, justificó la intervención en un amparo que resolvió y por el cual ordenó a la administración del intendente Domingo Maiocco (Juntos por el Cambio) forestar con 65 especies un sector de la playa victoriense.

El fallo de Calleja fue apelado por la Municipalidad de Victoria, pero el 13 de enero el Superior Tribunal de Justicia (STJ) ratificó la resolución de primera instancia, rechazó la apelación y aunque revocó la imposición de multas por el no cumplimiento de la manda judicial, le impuso la obligación de una «parquización mínima con 65 ejemplares» arbóreos en la denominada Nueva Playa, un sector que se desforestó para concesionarla para un balneario privado.

En su defensa, el Municipio justificó la intervención forestal y dijo que se sistematizaron 28.000 m2 de la zona costera, de los cuales 10.000 m2 estaban ocupados por bañados y suelos anegadizos próximos al Riacho Victoria, «y el resto compuesto por cobertura vegetal y grupos dispersos de árboles autóctonos de crecimiento natural, predio de ubicación privilegiada en el frente costero que se encontraba desaprovechado urbanísticamente y de uso prácticamente nulo a la ocupación y actividad humana».

Afirmaron que se relevaron 114 árboles de especie sauce (salix humboldtiana) de los cuales 31 estaban en estado de conservación y el resto en malas condiciones fitosanitarias. Y que en ese momento, se plantaron 65 ejemplares de diversas especies, no en el lugar donde se diseñó la playa, sino en la zona, de lo cual existe registro documental en la Secretaría de Planeamiento.

La resolución del STJ se conoció el 13 del actual. El máximo tribunal resolvió ante una apelación de un recurso de amparo iniciado con la carátula “Reggiardo Carlos Guillermo c/ municipalidad de Victoria s/ acción de amparo, Expte. Nº 26068”. En el mismo, en una sentencia del 15 de diciembre de 2022, se condenó a la Municipalidad de Victoria a reforestar y parquizar un área costera que fue talada en el marco de un proyecto de intervención sobre la denominada “Nueva Playa”, que concesionó a un privado. En la resolución se sugería plantar un mínimo de 65 especies arbóreas. También se conminó a la comuna al diseño de un plan de arbolado. En el cuarto punto resolutivo se impuso una multa por cada mes de retardo del inicio de la reforestación, pero este punto fue rechazado por el STJ porque entendió no se enmarca en la demanda de amparo.

Ahora, el juez Calleja explicó sus dos intervenciones en ese caso. El primer recurso, presentado también por el abogado Reggiardo, en 2018, en representación de Sol Micaela Alba, y por el cual se reprochó la tala de árboles en la zona de playas de Victoria, fue rechazado por el magistrado.

“Justo a mí me tocó ese amparo, le corrimos traslado a la Municipalidad, que a su vez dio cuenta de la existencia de un plan de obra, además del estudio de impacto ambiental. Acompañaron el proyecto con una planificación de reforestación de todas las especies enfermas que sacaron, diagramado por la paisajista Luciana Silva”, dijo el juez, hecho que hizo darle la razón a la Municipalidad y rechazar aquella primera presentación porque —añadió—era evidente que no habían pedido información sobre esa obra antes de radicar la denuncia.

Cuatro años después, un nuevo amparo, y otra vez interviene Calleja. Esta vez, la resolución resultó adversa a la Municipalidad. En declaraciones que formuló al semanario Paralelo 32, el magistrado explicó que pidió a Criminalística de la Policía que releve el arbolado de la zona con Google Earth, y lo compare con las playas que están a ambos lados. “Y busqué una ONG que pudiera brindarme un panorama del tema, y como no pude concretar esta cuestión la canalicé a través del Colegio de Arquitectos, que a su vez propone a la profesional Soledad Ferrería, especializada en el tema ambiental y paisajístico, así que la convoqué y realizamos una inspección judicial con todas las partes”, detalló.

Calleja mencionó que corroboró en el lugar que no plantaron ninguna de las 65 especies que se comprometieron a consolidar en el plan original. Y desestimó el argumento del Ejecutivo que argumentó haber forestado en otros sectores de la playa. “El informe posterior de Ferrería habla de bajo impacto ambiental, pero hay un importante impacto paisajístico, cultural e histórico, porque se discontinuó toda la ribera; se hizo una ventana sin ningún tipo de fundamentación y no está plasmado en expediente administrativo alguno, no tiene justificativo. Y la falta de arbolado es de fuerte impacto en contra de lo que se quiere, para la playa se necesita un espacio sombrado, perdiéndose además la importantísima contención tanto a la playa como a la baranda y a la costanera”, sostuvo.

Le preguntaron al juez si con su fallo no invadió autonomía del Estado Municipal, y respondió: “Ahora está de moda esto de la intromisión de la Justicia en la esfera pública. No estamos invadiendo nada, me llaman a resolver un problema, donde la primera vez les di la razón, pero en segunda instancia no fue así. Porque ese plan integral de la costa está parado y la arquitecta Ferrería, que conoce el tema, sugirió que de una vez por todas la Municipalidad se ponga a trabajar en ello. Teniendo en consideración, además, que no es propiedad de la Municipalidad sino de la provincia —insistió— y no se puede hacer cualquier cosa porque sí”.

“Entonces –aseveró-, exhorto a la Municipalidad y al Concejo Deliberante a que se encare un proyecto integral de la costa, para evitar todo este tipo de inconvenientes, y considerando todas las voces interesadas y con capacidad de aportar a la idea. Puede ser con inversión municipal o privada, el tema es definir el cómo y compensar ese ambiente si se lo afecta de algún modo en pos del crecimiento”.

Dijo que no se puede ir en contra de la modernidad, “hay cosas de Playa Alta que están muy bien y las pondero en el fallo, pero a su vez tenés que compensar lo que sacás. En este caso (o en el proyecto ampliado a todo el borde costero) si vos sacaras 600 árboles tendrías que plantar 800, distribuyéndolos donde sea posible”.

Calleja dijo que al ser oriundo de otra ciudad (La Paz) ha reparado en las calles de Victoria y lo angostas que son sus veredas, hecho que tampoco favorece el arbolado público. “Y con las tormentas que asolan la parte de la costanera y las colinas, cada vez hay menos ejemplares. Pero hay que hacer notar que los árboles son de todos, la Ordenanza municipal así lo expone, no son de un particular ni del Estado Municipal”.
Fuente: Paralelo 32 y Entre Ríos Ahora

Enviá tu comentario