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“Son 40 años de motociclismo en la espalda, no les va a alcanzar el programa para repasar lo que uno ha vivido”, así arrancó la entrevista que Sergio Grantón le dio el lunes a DEPORTES 12 (lunes a viernes de 20 a 21 por FM 89.1 y radiodoce.com). Y vaya si el “Chino” tenía razón, pero igualmente sirvió para tomar dimensión de porqué es considerado una de las glorias de esta disciplina en la República Argentina.

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Sergio Grantón
“Empecé corriendo en tierra, en el Campeonato del Río Uruguay, de donde salieron muchos valores que se destacaron a nivel nacional e internacional. Para competir en pista es fundamental arrancar en tierra”, empezó contando el oriundo de Villa Elisa, que agregó: “Siempre lo hice con mucho esfuerzo y el apoyo de una peña, el patrocinio nunca fue suficiente”.

Hasta que llegó el punto de inflexión, o como se dice coloquialmente “llegaron las buenas”: “Tenía treinta y pico de años y estaba con ganas de dejar, hasta que en 1989 se formó el equipo Zanella- Yamaha, con Victorio Minguci, que venía de ser campeón argentino, como Director. Me llamaron para ser parte del equipo y fui el primer piloto rentado del país”, destacó.

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“Fueron 4 años hermosos que coincidieron con el mejor momento del motociclismo argentino, televisado de manera pública. Se ganaron cuatro campeonatos y un Olimpia de Plata en 1991. Ahí logre el reconocimiento de la gente”, rememoró el “Chino”, hoy entrenador de su hijo Fausto, uno de los campeones del Superbike Argentino en 2019. Quien surgió en aquel momento fue Sebastián Porto: “A los de aquella camada nos puso muy contento cuando triunfó en Europa”, agregó.

En su mejor momento, Grantón agarró el bolso y se marchó a Brasil para correr en el Nacional de aquel país, donde también prevaleció: “Fue un año sacrificado porque me fui con poco dinero y compré una moto allá. Era un piloto muy arriesgado y enseguida le tome la mano al 250 cc., que era la misma categoría que el Mundial”, señaló. Y detalló: “El certamen brasileño tenía muy buen nivel, la mayoría de las carreras se disputaron entre Interlagos y Río de Janeiro. Gané en el debut y en otras tres carreras más, y en las restantes hice podio, logrando el campeonato. De todas formas tuve que volverme al no conseguir los patrocinadores necesarios. Fue una aventura que se convirtió en un logro deportivo”.

Desde el momento de su retiro, tras haber sido múltiple campeón argentino, ganador del brasileño y participante de varias fechas mundialistas, Sergio Grantón comenzó a ser fuente de consulta de importantes equipos del país y paralelamente se dedicó a formar a su hijo Fausto, hoy uno de los mejores exponentes del motociclismo argentino con quien manifiesta: “Siempre vamos para el mismo lado, nos complementamos perfectamente. Lleva el deporte en la sangre, a los dos años ya estaba arriba de una moto”.

Sobre la gran oportunidad que le tocó atravesar a su hijo hace algunos años, Sergio contó: “Este deporte no es como el fútbol, es muy difícil conseguir sponsors. Cuando a Fausto le tocó competir a nivel europeo en 2014 vimos que los 10 primeros pilotos de la categoría tenían una moto inalcanzable y un nivel tremendo, es que allá a los 5 años ya corren en pista, cuando acá lo hacen en tierra. Lamentablemente, cuando teníamos todo listo para firmar contrato allá nos agarró el cepo cambiario y se cayó la posibilidad. Hoy varios que corrían junto a Fausto compiten en el Moto2 y Moto 3”, destacó.

Si bien coinciden en no subir a una moto convencional para el andar habitual por considerarlo “peligroso”, a la hora de conocer las características de uno y otro en competencia, el “Chino” admitió diferencias: “Yo no tuve acceso a una formación conductiva, hacía las cosas más por coraje. A Fausto le enseñé la técnica de chiquito y resultó perfecto en ese tema, no se cae casi nunca y es muy fino para conducir”, concluyó.
Fuente: El Entre Ríos - Radio 12 Colón

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