Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Lynn y Scott Cassidy, oriundos de la ciudad norteamericana de Phoenix, viajaron durante las Pascuas a la Santa Sede, para "mostrar a sus hijos las tradiciones católicas en otras partes del mundo".

La familia norteamericana coincidió con la canonización de Juan Pablo II en Roma, en el mismo instante que fueron a la plaza San Pedro. Con la ayuda de uno de los miembros de seguridad del Vaticano, la niña terminó en los brazos de Francisco, quien la besó.

Ave, la niña que nació con síndrome de Down y sufre problemas de visión y de oídos, tenía un defecto congénito en el músculo cardíaco, en donde además se le detectaron dos agujeros.

Tras lo sucedido, la familia dijo que el beso del Sumo Pontífice hizo desaparecer los dos pequeños agujeros en el corazón de su hija. "Los médicos no hablan de milagros", dijo Scott.

"Incluso si son creyentes no mencionan esta palabra", agregó el padre, que subrayó que no sabe cómo llamar de otra manera el hecho de que el daño cardiológico desapareciera casi por completo después del beso del Papa.
Fuente: Diario Uno Entre Ríos

Enviá tu comentario