Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
En todos sus niveles el fútbol tiene un sinfín de historias de vida que atraviesan lo que puede suceder dentro de la cancha y reducen a la mínima expresión el resultado de un domingo. Conocerlas nos hace entender que más allá del momento de efervescencia del domingo a la tarde -como protagonistas, hinchas o analistas- a la hora del análisis debemos tomar un paso más de distancia y comprender que detrás de ese futbolista o entrenador, hay una persona y un contexto.

Por ese motivo, y más allá que con los tres puntos el equipo conducido por Fabricio Rougier sigue prendido en la lucha por la clasificación a la final del Torneo Apertura, el pasado domingo en Villa Elisa, quedó en un segundo plano el triunfo local por 3-1 del Recreativo San Jorge sobre el Club Atlético Liebig, en el marco de la quinta fecha del campeonato de la Liga Departamental de Colón.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Agrandar imagen
Faltando cinco minutos para el cierre del encuentro disputado en el estadio “Justo Lezcano”, el entrenador local dispuso el último cambio y mandó a la cancha a Franco Giovenale, para que pueda vivir un momento especial y se lleve una merecida ovación de todo el público presente, local y visitante.

Fueron los últimos minutos en un partido oficial para el futbolista de 23 años que en 2020 debió someterse a una operación en la que le colocaron un marcapasos para estabilizar la cantidad de latidos de su corazón. Esto provocó que debiera abandonar la práctica activa por precaución a un daño producto de un roces o golpe en la zona.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Agrandar imagen
Más allá que aún continúa asimilando el hecho de no poder volver a competir -una pasión que trae consigo desde niño- la necesidad de Franco de despedirse dentro de una cancha tenía un deseo mayor: hacerlo junto a Silvio, su padre, ídolo del CAVE –clásico rival de San Jorge- que cruzó la vereda para disputar este campeonato.

Todavía con la emoción a flor de piel, Franco atendió a “El Entre Ríos” y revivió lo sucedido el último domingo. “Las sensaciones fueron increíbles. Siempre fue un sueño poder jugar con mi papá y me generó alegría cumplirlo. Fue inexplicable, emocionante. Fueron menos de 5 minutos pero lo disfrutamos al máximo”, señaló quien acompañó siempre a su papá que lleva 25 años de actividad y pasó por todas las categorías del ascenso del interior del país.

Allá por mayo de 2020, cuando transitábamos los primeros meses de pandemia, le detectaron a Franco un problema que derivó en la colocación de un marcapasos. “Me hice estudios del corazón luego de un desmayo que sufrí en el trabajo. Me recomendaron el marcapasos y tomé la decisión”, recuerda. Y complementa: “No alcanzaba los 60 latidos por minuto y eso me producía mareos. Cuando terminaba de entrenar o jugar tenía la sensación que me desmayaba”. “El marcapasos me impide jugar. Es sensible, está sobre la piel y un roce o un golpe pueden generar que se salga o produzca algún problema interno”, expresó.

Si bien lo prioritario es la salud y poder desarrollar una vida normal, la falta del fútbol competitivo, para alguien a quien lo apasiona, no es sencillo de asimilar. “El proceso fue duro. Al principio no me costó tanto porque el hecho que no haya fútbol por la pandemia me ayudó bastante. Pero dos o tres meses después de la operación empecé a caer y tuve depresión, fui al psicológo y con su ayuda y la de mi familia y amigos pude salir y aceptar que no podía seguir con lo que más me gusta hacer”. Aunque cerró, de manera contundente: “Nunca voy a poder dejar de sufrir no jugar al fútbol”.

De todos modos Franco ya empezó a suplir ese vacío de no poder jugar y encontró la alternativa en la dirección técnica: tiene a su cargo dos categorías de San Jorge (una infantil y la Cuarta) y es ayudante de campo de Tercera. “Quiero seguir ligado al fútbol y ser DT me encanta. La idea es hacer la carrera. Si no se da, voy a estar en otra posición, pero siempre ligado al fútbol”.
Fuente: El Entre Ríos

Enviá tu comentario