En la carta, los productores le piden al jefe de Estado que todos los organismos involucrados en la prevención de la enfermedad, desde el Senasa, el INTA hasta el gobierno provincial "redoblen los esfuerzos para prevenir el ingreso a Tucumán y el NOA" del HLB.
Además, reclaman "de manera urgente barreras fitosanitarias eficientes en los lugares de ingreso a nuestra provincia y el NOA" para "mitigar el riesgo de ingreso".
"Es urgente tomar medidas. Esto depende directamente de políticas agropecuarias implementadas por el gobierno nacional", dijo Diana Chediack, productora de limón de Burruyacu, Tucumán. Esta provincia es libre de HLB.
Para los productores de limón, como también para los citricultores del NEA (Entre Ríos y Corrientes, fundamentalmente) la expansión de la enfermedad sería letal en un momento donde este producto está cerca de ingresar al mercado de los Estados Unidos.
Enfermedad mortal
El HLB se propaga por material vegetal y también por una chicharra de los cítricos, que vuela y ataca cualquier planta cítrica. "Se trata de una enfermedad que hasta el momento no tiene cura y que obliga a erradicar (arrancar de raíz) la planta afectada y destruirla, sin posibilidad alguna de salvarla. Los árboles enfermos producen frutos amargos, incomibles, deformes y, con el tiempo, mueren", informó el Instituto Nacional de Semillas (Inase).
Con 131.763 hectáreas plantadas, una producción total valuada en más de 1000 millones de dólares, 5300 productores, 440 plantas de empaque para mercado interno, 112 plantas de empaque para exportación y 25 plantas industriales, la Argentina es el octavo productor mundial de cítricos y se estima que la actividad proporciona trabajo a 100 mil personas en 10 provincias, según destacó el Inase.
