La nueva ley, según fuentes legislativas, podría ser aprobada en las próximas semanas en Diputados. Por tratarse de modificaciones a una norma con media sanción de Senadores, el proyecto deberá volver a la Cámara alta para ser votado nuevamente.
Busca beneficiar a los inquilinos
Impulsada desde el oficialismo, esta ley busca “darles a los inquilinos soluciones concretas a temas como garantías, actualización”, había dicho el presidente Mauricio Macri respecto a la norma. “Supuestamente es para beneficiar a los inquilinos”, dijo el titular del Colegio de Corredores de la Ciudad de Buenos Aires, Armando Pepe. Y agregó: “siempre que pasó eso en este país terminó ocurriendo lo contrario. Es una ley electoralista”.
Según publicó El Parlamentario, “el FPV-PJ, el interbloque Argentina Federal y Felipe Solá, titular de la Comisión de Vivienda, acompañaron el despacho de mayoría con disidencias, mientras que Carla Pitiot (Frente Renovador) encabezó una propuesta alternativa para que los inquilinos no puedan imponer a los propietarios las garantías del alquiler”.
Las modificaciones
Los cambios que, originariamente, propone el proyecto que se trata en el Congreso son los siguientes: – Poder usar garantías bancarias para quienes no tengan una propiedad como respaldo.
– El valor del alquiler se podrá actualizar cada seis meses basándose en un índice combinado entre la inflación y la evolución de los salarios.
– La comisión de la inmobiliaria solo tendrá que ser pagada por el propietario (como ya sucede en la Ciudad de Buenos Aires).
– Cambia el plazo mínimo de contrato de 2 a 3 años.
– Establece que las expensas extraordinarias son a cargo del propietario y no del inquilino.
– En caso de que no haya acuerdo entre las partes para la renovación del alquiler, el inquilino podrá dejar el inmueble dos meses antes de que termine el contrato sin pagar multa.
– El Gobierno pretende que se formalicen los contratos, que se “blanqueen” los alquileres.
