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El lavado de cara de la LNB, que pasó a llamarse La Liga, fue anunciado con bombos y platillos desde la comisión nacional. Un arriesgado y agresivo cambio de imagen de la mayoría de los equipos y del torneo en general respondió a la necesidad de atraer más público a un deporte que, a nivel mundial y según propias manifestaciones de la FIBA, estaba muriendo lentamente.

Otra de las innovaciones más destacadas por la propia LNB fue la modificación del calendario, que quedó a manos de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. El objetivo principal era optimizar los viajes de los equipos a lo largo de sus conferencias, en un país gigante que desgastaba enormemente y que tornaba muy complicado el cumplimiento de fechas simultáneas.

Según los investigadores encargados del nuevo calendario, que suele otorgar casos en los que algunos equipos tienen tres o hasta cuatro partidos jugados más que otro de la misma conferencia, el objetivo fue cumplido. En sí, la máxima del nuevo planteo era que un equipo viaje hacia un punto cardinal y juegue varios partidos seguidos para no tener que volver hasta allí, pero ya se encontraron defectos y quejas al respecto.

Uno de los jugadores que se manifestaron en contra de este nuevo diseño fue Ariel Eslava, el pivote nacional de Estudiantes. Según el 'tornillo', "no es normal que un equipo juegue tres partidos en 72 horas y que enfrente a un equipo que lleva una semana descansando. Deportivamente estás en desventaja".

Agregó más tarde que "esas no son excusas para justificar nuestras derrotas porque jugás igual, pero a lo largo de los meses y de los partidos no es lo mismo. No sé quien hizo el calendario pero habría que rever un montón de cosas, siguen pasando los años y hay cosas que no están bien pero me imagino que con voluntad se irá mejorando".

Es que a Estudiantes este calendario le pasó factura de una manera durísima en la última semana: su más que corto plantel le pudo ganar a La Unión, equipo que se encuentra sepultado en el fondo de la tabla; sin embargo, el cansancio de ese partido le sirvió la victoria en bandeja a San Martín y Regatas, partidos que el verde concordiense jugó en apenas cuatro días y sin más que dos días de descanso entre cada uno de los tres.

El ahorro en viajes ha sido una gran ayuda para la parte económica de los clubes, pero no así para los jugadores. Igualmente hasta ahora no han sido muy pronunciadas las quejas, quizás porque recién empieza el año, quizás porque sólo son cuestiones aisladas reservadas para los planteles cortos. Habrá que esperar y el tiempo dirá qué opina el resto de los jugadores.
Fuente: concordia.elentrerios.com y Prensa Estudiantes

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