Luis Almeida, papá de Adriel, comentó que el niño tiene 8 años y participa de los carnavales desde los 4, una exposición que ahora podría llevarlo a un estrellato mayor, ya que “el año pasado (2017), cuando terminó el carnaval, una productora de Canal 13 se comunicó con nosotros para realizar una entrevista, ya que tenía una propuesta para Adriel".
El ofrecimiento era un viaje a Buenos Aires para participar de un casting para la preproducción de una película sobre la vida de Sandro. Según señalaron los impulsores del film, la invitación surgió porque vieron en el niño "los mismos movimientos que Sandro”.
La familia viajó y en Capital Federal se encontraron con niños de todo el país y, entre todos ellos, el pequeño concordiense pasó el casting, con comentarios elogiosos, como que “Adriel tenía algo más que ellos no podían creer”, contó el padre.
Luego de esa primera audición, “regresamos a Buenos Aires y realizó un segundo casting en el que también quedó” y ahora "estamos a la espera de un nuevo llamado para continuar las pruebas”.
Pero como suele suceder en este tipo de pruebas, surgieron otras propuestas y más allá del film: “él quedó seleccionado con otros 20 chicos para otros posibles programas de baile”.
Irrupción en el carnaval
Si bien mucha gente no conoce la historia de esta pequeña gran figura, el ingreso de Adriel al carnaval de mayores no fue fácil: “tuve que luchar para que Adriel pueda bailar en el carnaval”, ya que su participación no estaba permitida por su corta edad. Una cuestión que recién fue salvada cuando hablé con la directora de Comparsa Rágafa y dijo que me hacía responsable del nene cuando baile en la manga del corsódromo, porque sentía algo especial en él”, contó el padre.A modo de anécdota, Luis comentó: “recuerdo cuando bailó por primera vez: tenía los ojitos llenos de lagrima, porque no podía creer que estaba bailando en el corsódromo”.
Con su familia frecuentaban los ensayos de la agrupación Tricolor, porque la hermana de Adriel baila en la comparsa. Según relató el padre, “él quería bailar, pero era muy chiquito. Con mi señora teníamos miedo que no aguante bailar en el corsódromo, pero él insistía”.
Su apasionamiento por el carnaval es tal que “en la primera noche del 2018 cumplió años y estaba con fiebre, pero quiso bailar igual".
