En estos casos, “las primeras 48 horas son para estabilizar al paciente, oxidar el proceso y después entrar a descomplejizarlo, así que todavía faltarían unas horas para que empecemos la etapa de despertarlo para ver cómo está su sistema nervioso”, explicó el médico.
“Por ahora estamos en la etapa en la que está con sedación, analgesia, asistencia respiratoria mecánica y cuidando que los factores hemodinámicos se mantengan estables”, indicó y subrayó: “La buena noticia es que no se haya deteriorado su estado, que hayamos logrado este grado de estabilidad”.
“Durante las primeras horas posteriores al evento, a veces el edema, es decir la inflamación secundaria al traumatismo inicial, empieza a desestabilizar su estado clínico y neurológico y eso afortunadamente no ha pasado”, recalcó Ariel, aunque reconoció que a pesar de ello “todavía es una incógnita cómo va a ser la evolución” del niño.