Quiere ello decir que su lanzamiento se produjo el mismo día en que asumía como gobernador de la provincia el general Eduardo Racedo y tenía por objeto acompañar su gestión gubernamental, sin que ello implicara, como lo señaláramos en alguna otra ocasión de conmemoración de nuestro aniversario, encarar empresa alguna subvencionada desde el Estado, actitud que se ha mantenido inalterable hasta el presente.
Ese comportamiento ha sido destacado, a la par que se señalaba que “ese compromiso inicial lo era en realidad con un partido político, primero Partido Autonomista Nacional, luego Partido Provincial y finalmente Partido Demócrata”.
El programa con el que llegaba el general Racedo al gobierno, contando como se ha indicado con el acompañamiento de este medio, queda claramente traducido en la Constitución provincial de 1883, sancionada por una convención constituyente durante su gobierno, la cual entre otros lineamientos proclama -por primera vez- la educación gratuita, laica y obligatoria en el nivel primario; se convierte la Legislatura provincial en un parlamento bicameral al agregarse a la Cámara de Diputados existente, la Cámara de Senadores presidida por el vicegobernador de la provincia, cargo que también es creado por esta reforma constitucional; se amplían los alcances de la autonomía municipal en materia política, administrativa y financiera; se fortalece la descentralización del Poder Judicial (que pasa de dos a seis jurisdicciones departamentales en el territorio provincial); se instituye el procedimiento de juicio político para los cargos de gobernador y vice, secretarios de Estado, los miembros del Superior Tribunal de Justicia y demás jueces letrados.
A lo cual, más allá de la sanción de esa Constitución y el despliegue al que llevó su concreción institucional, debe agregase el hecho que durante su gestión fueron fundados los pueblos de Federación y San Salvador, además de varias colonias agrícolas; se creó el sistema previsional para empleados del Estado provincial, el Consejo Provincial de Educación y el Registro del Estado Civil de las Personas, y se fundó el Banco de Entre Ríos.
Y si efectuamos esa relación, es no solo para mostrar el sentido republicano, institucionalizador y progresista del que daba cuenta el general Racedo y el partido político que lo llevó a asumir la gobernación, sino para destacar que en ese momento y desde mucho antes, tanto en nuestro país como en el mundo occidental, la prensa -entonces solo escrita- además de poder ser un medio informativo era sobre todo una “prensa de opinión”, lo que significaba que ella contaba con una condición esencial, sin la cual su existencia hasta se podía decir que no se justificaba, y que significaba ser la expresión de una manera de ver la realidad y la forma de incidir sobre ella que venía de ese modo a ser la expresión informal del pensamiento de un partido político.
En el caso de los diarios de esa época que todavía perviven, se tiene un ejemplo sobresaliente de ello en La Nación de Buenos Aires, que era “tribuna de doctrina”, y a la vez vocero de Bartolomé Mitre y su política; o La Capital de Rosario, cuya fundación tuvo por cometido el apoyo de la acción constitucional de Justo José de Urquiza.
En la década del ‘50 del siglo pasado, nuestra hoja sufrió un cambio de enfoque transformador. Por una parte, dejó de incluir en su cobertura a las noticias nacionales e internacionales para centrarse en las de Colón y la comarca a la que ella pertenece, y dar cabida, de manera excepcional, a las noticas de carácter provincial. Todo ello, al mismo tiempo que se convertía en un medio “independiente”, en la medida que ha dado desde entonces cabida a todas las opiniones sin excepción y ha cubierto todos los acontecimientos que eran merecedores de la atención pública, independientemente de seguir siendo un medio “con opinión”, en tanto y en cuanto sus editoriales expresan, directa o indirectamente, una línea editorial que ha sido una e inalterable, o sea la misma desde sus orígenes en lo fundamental, ya que si bien no hemos rehuido nuestra adaptación a los cambios y transformaciones que a paso cada vez más acelerado se producen en nuestro entorno, la hemos llevado a cabo sin que ello signifique mantener incólume lo esencial de la matriz primigenia.
Y si aprovechamos la conmemoración -la que para nosotros siempre es jubilosa- para abrirnos no solo a nuestros lectores sino a las diversas expresiones de la opinión pública, es por el hecho que si estamos viviendo una circunstancia compleja, en el caso del periodismo con opinión es más compleja todavía.
Es que estamos en presencia de una coyuntura en que se ve ya la transformación de medios tradicionales en voceros prebendarios de los gobiernos, ya que la aparición de medios nuevos que desde el vamos dan muestras que medrar de esa forma es su objetivo y a la vez su razón de ser, mientras es cosa frecuente en todas partes un acoso gubernamental a la prensa independiente, a la que sin razón se la acusa de generar y difundir “noticias falsas” -las tan mentadas fake news- cuando se sienten acosados por la información veraz que los deja, más que molestos, a mal traer.
Es la ocasión de refirmar nuestro compromiso. Seguir como hasta ahora e inclusive con la aspiración de ser en lo posible mejores cada día. Todo ello por nosotros mismos, por nuestros lectores y avisantes. Por las comunidades que conforman nuestra comarca y en defensa de la república, tan comprometida como la vemos en estas horas.
