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En los tribunales de Concordia se viven días ajetreados. La investigación que lleva adelante la Fiscalía 7, a cargo de José Arias, no es sencilla.

Por un lado, debe probar la existencia o no de una violación. De la conclusión a la que se arribe surgirá si fue verdadera o falsa la causal invocada para la aplicación del protocolo y que derivó en una orden imperativa al hospital para que avanzara con la ILE.

Para esclarecer esta primera cuestión falta aún concretar la Cámara Gesell, en la que la menor expondrá sobre el origen de su embarazo, aunque no es la única prueba. En la causa también habría constancias de los informes de los médicos que la atendieron ni bien llegó a internarse y de los profesionales del COPNAF, todos los cuales la escucharon explicar el por qué de su embarazo, antes de que la familia denunciara la existencia de una violación.

Pero además, la investigación se extiende a las circunstancias en las que se produjo el aborto y la veracidad del relato de la sobrevida, que los mismos directivos del Hospital Masvernat hicieran conocer en una reunión de funcionarios públicos el martes 4 de diciembre, y que luego no negaran al ser contactados por El Entre Ríos.

A la lógica incomodidad que embarga al personal hospitalario al tener que ir a los tribunales a declarar, se le suman otros factores fuertemente condicionantes. Primero, la enorme presión recibida desde Paraná, para que nadie se aparte del discurso que niega todo. Segundo, en el caso puntual de los médicos y directivos, una incomodidad aún mayor porque saben que algunos de los funcionarios que los indagan son los mismos que los escucharon en la reunión en la que ventilaron lo sucedido, y no de cualquier forma sino con pormenores y una carga emotiva que impactó a todos los presentes. Tercero, porque si admiten el hecho, se inculpan, porque algún grado de responsabilidad recaería sobre cada uno de ellos, y si lo niegan se vuelven coautores de un engaño junto a los dos máximos directivos del hospital, hipótesis esta última que luce irracional por donde se la mire.

Por estas horas, circula en los medios una historia clínica, en la que, obviamente, no se hace referencia a las condiciones en que estaba el feto cuando salió del vientre materno. Pretender que un hecho así se pruebe por un papel escrito y firmado en el que el hospital documente su propia negligencia es cuanto menos una ingenuidad.

Además, la falta de inscripción de los fetos que nacen con vida fue sincerada por el propio director del hospital, en un pasaje de la entrevista que le efectuara El Entre Ríos. Si no los inscriben en ningún registro, tampoco vuelcan a las historias clínicas la sobrevida, su extensión, qué atención recibió, y mucho menos que no recibió ninguna.

La ley que obliga a inscribir SIEMPRE es la 24.540, en cuyo artículo 18 se lee: "Si del certificado del médico u obstétrica surgiera que se trata de un nacido muerto o nacido con vida, aunque fallezca inmediatamente, se procederá a efectuar la identificación del recién nacido y se asentarán los hechos en los libros de nacimiento y de defunciones según corresponda".
¿Quiénes relataron la sobrevida a los funcionarios de la Justicia y del Copnaf?
Con el paso de las horas, se ha ido descorriendo cada vez más el velo sobre lo ocurrido en la reunión de funcionarios públicos del 4 de diciembre, el punto de inflexión que hizo posible que el conocimiento de los hechos dejara de estar encerrado entre las paredes del Hospital Masvernat y cobrara estado público.

¿Quiénes tomaron la iniciativa y se atrevieron a revelar detalles? ¿Qué autoridades respaldaron todo lo dicho sin enmendar ni un sólo dato?

"Es una jefa de servicio la que hizo el relato y parecía que ella había estado ahí y que lo había visto al chico 10 horas vivo, con todas las expresiones. A todos nos conmovió. Todos salimos de esa reunión convencidos. Expuso de manera exacerbada lo de las 10 horas", recordó uno de los fiscales que la escuchó.

Otra médica aportó referencias, todo ello en presencia de los dos máximos responsables del Masvernat, el Doctor Miguel Ragone, director, y la Doctora Graciela Chiappa, vicedirectora. "Todos hablaron del caso. Ragone también habló en la reunión", precisó otro de los asistentes contactados por El Entre Ríos, que coincidió respecto de lo conmovedor que resultó, especialmente cuando habló la jefa de una de las áreas del nosocomio.

Esa médica, que llevó la voz cantante en la reunión de funcionarios y a quien un ex colega calificó como una "profesional proba", aún no concurrió a declarar en tribunales. Se supone que aportará precisiones sobre la manera en que, siendo ella responsable de área, fue informada por el personal a su cargo de los hechos que con tanta vehemencia relató el 4 de diciembre. Si no lo hace, se expone a ser acusada por un gravísimo engaño, en un asunto tan delicado como el que está en juego.

Según trascendió de fuentes tribunalicias, Ragone ya concurrió a la Fiscalía y se habría escudado en el secreto profesional para no contestar.

Distinta fue la actitud de otra profesional, que habría optado por minimizar sus expresiones, como si se hubiera tratado de comentarios al pasar, olvidando que habló en un encuentro formal, representando a la salud púbica y en cumplimiento de sus deberes de funcionaria.

Una investigación de las comunicaciones telefónicas de todos los profesionales sería otra herramienta que le permitiría a la Justicia acceder, no ya a lo que dicen los papeles escritos en el Hospital, sino a lo que se confiaban los profesionales unos a otros sobre lo sucedido cuando hablaban en privado. De liberarse esas escuchas, aparecerían también allí las llamadas respondidas a El Entre Ríos y las respuestas que brindaron off the record.
El examen forense
Con independencia de los testimonios y de la documentación escrita y firmada, aún habrá otro examen que procurará arrojar luz sobre lo sucedido con el bebé. Se trata de la pericia que llevará a cabo el médico forense, que podría determinar si hubo sobrevida y por cuánto tiempo, siempre y cuando el cuerpo haya sido conservado de manera apropiada, punto este último sobre el que hay versiones encontradas.
Fuente: El Entre Ríos