Según se supo, Smaldone, una de las personas que dio el alerta sobre esta filtración masiva de información, fue llevado por la policía a pedido del Juzgado Federal Nro. 9 por averiguación de antecedentes junto a otras cinco personas hasta las 17, cuando luego fue liberado. Se estima que la Policía busca conocer cómo llegó a tener conocimiento de la filtración; secuestraron su celular y su computadora también.
Según fuentes policiales, junto a Smaldone, demorado en la alcaidía Cavia ubicada en el barrio de Palermo, también se detuvo a Emanuel Velez Cheratto, Carlos Oronao, María Ofelia Oronao, Sofía Rivalora y Rodrigo Giménez, que fueron trasladados a delegaciones de la Policía Federal en Córdoba, Santa Fe y La Plata.
A su vez, en el marco de estas detenciones, los investigadores identificaron parte de los mecanismos del robo de datos conocido como #LaGorraLeaks. Según fuentes policiales, se utilizaron servidores virtuales de la empresa Fulltech, localizados en Villa Elisa en Entre Ríos y otro provisto por Hostinger, una firma localizada en Chipre. Desde allí se realizaron los ataques de phishing con la cuenta de correo electrónico div.supbienestar@hotmail.com con el objetivo de acceder al padrón de afiliados de la Superintendencia de Bienestar.
La filtración de datos conocida como Lagorraleaks comenzó con las declaraciones de un hacker que aseguraba haber accedido durante meses a la red interna de la Policía, tanto la federal como la porteña, con lo que tuvo acceso (e hizo público) muchísima información sobre los asuntos internos de esas fuerzas.
"No hay orden de detención contra ninguno. Los llevaron para identificar, que designen abogado y perito informático para cuando abran las computadoras. Y van a ver si tienen antecedentes", dijo por su parte el periodista de tecnología Julio Ernesto López, uno de los primeros en reportar la situación de Smaldone.
La cuenta de Twitter @lagorraleaks fue suspendida también como parte del procedimiento.
En su momento, los especialistas calculaban que la filtración involucraba 700 GB de información reservada, entre la que se destacan las asignaciones de agentes encubiertos en investigaciones de narcotráfico, escuchas telefónicas, datos personales y de legajo de cientos de miles de oficiales, de testigos protegidos y de denunciantes con reserva de identidad, y ubicación de retenes y puestos de control móviles.
Quién es Javier Smaldone
Especialista en informática, Javier Smaldone vive en Río Cuarto, Córdoba, y desde su cuenta en Twitter @mis2centavos denunció diversas vulnerabilidades en los sistemas informáticos utilizados en las elecciones porteñas con la boleta única electrónica (BUE).En 2017 denunció la filtración de datos y documentos del Ministerio de Seguridad y señaló sus vulnerabilidades en los sistemas informáticos del organismo. "Con gran sorpresa, ayer me encuentro con que aparezco nombrado en la causa penal. Y, peor aún, que he sido investigado", dijo en su momento Smaldone desde su blog personal, desde donde hizo una descripción del incidente de seguridad.
"El sistema de Boleta Electrónica incluye un chip, que se puede destruir, leer y modificar desde una distancia variable de 50 centímetros y posiblemente más. Cada chip está numerado. Por lo cual, si el presidente de mesa o el sistema logra identificar el número de chip que se le asigna a un votante, después puede identificar quién votó a quién. Ese número es inalterable, viene de fábrica", dijo Smaldone en 2016.
En agosto formó parte del reporte de seguridad elaborado por los especialistas en seguridad informática Iván Arce y Enrique Chaparro, donde describen las vulnerabilidades de un sistema conocido como SmartTally, desarrollado por la firma Smartmatic, que busca agilizar el conteo provisorio.
