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Minutos antes del mediodía de este viernes, se conoció que dieron negativo los análisis para establecer si se estaba ante un caso de coronavirus en Concordia. Tras enterarse que no tenía el virus y ser dada de alta la mujer decidió hablar y dijo estar “arrepentida” de haber notificada su cuadro, debido al escarnio al que fue sometida luego que se divulgaran sus datos filiatorios a través de las redes sociales.

“Se lo dije a los doctores”, reconoció,y destacó: “Ellos me contuvieron, me dijeron que yo había actuado responsablemente y que estaba bien lo que yo había hecho, pero estoy indignada por cómo reccionó la gente con una persona que responsablemente viene y se presenta con los posibles síntomas, tras haber viajado. Me hubiera quedado en mi casa y estaría tranquila”.

Visiblemente afectada, enfatizó en que “nadie sabe lo que era para mí leer todo eso y ver esas cosas. Las barbaridades y vulgaridades que se dijeron. Espero que si tienen un poquito de dignidad, empiecen a pedir disculpas”.

Fue allí donde colocó la lupa especialmente en “los audios enviados por una empleada de acá (hospital Masvernat), eso es algo que ni los propios directivos lo pueden creer. Esa persona está identificada y todas las personas que actuaron con tanta maldad van a tener mi respuesta en el campo de la justicia".
Responsabilidad ciudadana y días en de internación
Autoridades del sector público de la salud ya destacaron que el accionar de la mujer fue el de una persona responsable, que notificó de inmediato su situación en un contexto de preocupación general por el coronavirus.

“Yo llamé telefónicamente al hospital para preguntar a dónde debía presentarme y me indicaron que acá. Nunca estuve en una clínica privada. Llamé desde mi casa para preguntar porque no tenía ni idea que hacer y me dijeron vení que te esperamos”, contó.

Sobre lo que sucedió en el hospital Masvernat, apuntó que: “No soy experta en protocolo de epidemias, pero como ciudadana lo que vi estaba bien, enseguida me hicieron pasar, me aislaron en una habitación, me pusieron todas las protecciones correspondientes, barbijo, todo el cuerpo y ellos empezaron a limpiar, a higienizar todo.”

Recordó que mientras se montaba todo el operativo “yo estuve esperando dos horas, porque se prepararon para tenderme, tanto los médicos, como enfermeras que entraron a hacerme los estudios correspondientes. Una vez en la sala y aislada no entraba nadie y las enfermeras cuando tenían que entregarme algo estaban también con su protección, barbijo, guantes”.

"Para mí el hospital actuó bien. Lo único malo fue la irresponsabilidad de gente que pasó mi información, violando el secreto que debe pesar sobre cualquier paciente", afirmó.
Pesadilla personal y familiar
Según indicó la mujer, todas las certezas sobre su identidad y falsedades sobre su cuadro de salud “solo generaron una psicosis en la sociedad, sobre todo esos audios que decían que (el diagnóstico) era positivo desde el primer día, cuando en realidad la muestra (a analizar) todavía no estaba en el Malbrán, sino que recién había llegado a Paraná”.

Por último, la mujer aseguró que el padecimiento no fue solo personal, sino que luego que trascendió su identidad. “Nadie se acercaba a mi familia, al punto tal que a mi hermano le dijeron que a ciertos lugares no vaya, porque era mi hermano. Pero ni siquiera había estado con él desde que llegué de viaje”, comentó y concluyó: “Todo lo que dijeron y lo que vivimos fue una ridiculez”.
Fuente: Diario Río Uruguay

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