A media mañana, el diario Folha de S. Paulo publicó que el expresidente le transmitió su decisión de no entregarse a la Policía Federal y resistir el arresto. Más tarde, el extitular del Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcão, confirmó al diario Estado de São Paulo que Lula no acatará la orden del juez Moro.
Lula pasó la noche en la sede del sindicato de metalúrgicos de São Bernardo do Campo, en las afueras de San Pablo, acompañado de dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT). Afuera, unos centenares de militantes petitas, de sindicatos y el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST) se mantuvieron en vigilia.
La última vez que se vio a Lula fue a las 2 de la mañana, cuando volvió a asomarse por una de las ventanas del edificio para saludar y agradecer la solidaridad de sus seguidores.