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El presidente electo Alberto Fernández anticipó que varios sectores de la economía deberán realizar un esfuerzo para superar la crisis por la que atraviesa el país. Y en esta misma línea aseguró que es muy difícil eliminar las retenciones a las exportaciones.

Para el sector frutícola mantener las retenciones representa una transferencia de recursos del sector privado al público del orden de los 1.300 millones de pesos anuales. Un valor enorme si se tiene en cuenta la crisis estructural que golpea hoy a todo el sistema, reveló el periodista del diario Río Negro, Javier Lojo.

En una entrevista con el diario Página 12, Fernández reiteró que “en la Argentina que viene todos tenemos que hacer un esfuerzo. Lo tendrá que hacer el sector del petróleo, el minero y el del campo. Todos los que producen tendrán que hacer un esfuerzo”, confió el futuro mandatario.

Economistas ligados a Alberto Fernández ratificaron estos conceptos. “Las retenciones se van a sostener. Lo que se está analizando es de qué manera se mantienen”, señalaron fuentes ligadas al gobierno entrante.

Existen tres alternativas que se están evaluando a aplicar sobre este complejo tema.

• Prorrogar los actuales niveles de los Derechos a las Exportaciones –que consiste en 4 pesos por dólar exportado para los productos primarios y de 3 pesos para el resto de las actividades– hasta fines de 2020 y a partir de este vencimiento que sea el Congreso quien dé o no continuidad a este tributo.

• Mantener las retenciones, pero con valores diferenciados, mucho mayores a los actuales, sin pasar por el Congreso ya que el Ejecutivo contaría con una nueva Ley de Emergencia que habilita al manejo discrecional de este tributo.

• Sostener las retenciones, pero sólo para ciertos sectores económicos. En el caso del campo, todos aquellos sectores primarios (cosecha fina y gruesa), complejo sojero y exportación de carnes; se mantendrían o elevarían. Se eliminarían para las economías regionales que vienen con balances negativos en todos estos últimos años.

Los empresarios frutícolas van por la opción de máxima que es la tercera alternativa mencionada, en la que se establece la eliminación de las retenciones para las economías regionales. Pero nada está dicho a sólo días del traspaso del mando.

Ajuste privado

Las condiciones económicas en que recibe Alberto Fernández el país no son las mejores. Los problemas fiscales se mantienen y la crisis social no da margen como para ajustar.

Antes de la elección, el electo presidente había argumentado: “Mis socios más importantes en el gobierno van a ser los que exporten. Porque los que exportan son los que traen divisas”. También aseguró que las retenciones a sectores centrales de las economías regionales, como el caso del olivo en Cuyo, y las peras y las manzanas en el Valle patagónico, eran inadmisibles.

Pero la palabra, lo mismo que la moneda, está muy devaluada en nuestro país. “Me encantaría no cobrar retenciones, pero le hubieran dicho a Macri, que me va a dejar 5 o 6 puntos de déficit fiscal. Díganme cómo quieren que tenga déficit cero sin mejorar mis ingresos. Una parte lo voy a mejorar haciendo crecer la economía, pero en un primer momento van a tener que hacer un aporte todos”, reflexionó el futuro presidente ante los periodistas de Página 12 esta semana. Y estos conceptos vuelven a impactar en las economías regionales.

Interpretando los conceptos del Alberto Fernández, la idea del próximo gobierno sería entonces estimular las exportaciones agropecuarias, pero, paralelamente, ejercer una mayor presión fiscal sobre ellas como para que esa riqueza pueda redistribuirse ingresos a sectores sociales vulnerables. Es decir que el verdadero ajuste lo volverán a hacer los privados.
30%
Es la participación promedio que tiene este tributo sobre el retorno final que se obtiene por la venta de fruta exportada.
US$ 20
Son los millones –a valores actualizados– que transfiere el sector privado a las arcas públicas por este impuesto.
Fuente: Río Negro

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