Según denunciaron, casi todos se encuentran intransitables y muchos presentan pantanos que imposibilitan su uso. Esto acarrea dificultad a la hora de sacar las producciones de la zona, pero también impiden la asistencia a clases de los chicos de las zonas que asisten a las escuelas rurales.
Entre las sugerencias que los afectados expusieron se destacaron una intervención directa de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) y la optimización de los recursos humanos y tecnológicos para que esta situación se solucione lo antes posible.
Uno de los que reclamó en este sentido fue Ramón Lado, uno de los chacareros presentes en la reunión: solicitó que se conformen dos turnos de trabajo con el fin de que el día de trabajo rinda: "Si es necesario, deberían trabajar los fines de semana y feriados, como lo hacemos en el campo cuando es necesario", puntualizó.
Otros de los que protestó en la misma sintonía fue Raúl Sobredo, ex Presidente de la Rural: "Es necesario buscar ayuda en la provincia, ya que la situación no da para más", exigió y resaltó que el modo de hacer las cosas tampoco ayuda: "El personal comienza a trabajar a las 9 de la mañana, por el tema de los traslados, y se retira a las 2 de la tarde".
Por su parte, el jefe de la Zonal XI, Federico Villanueva, reconoció que la situación es crítica, pero sostuvo que con la maquinaria y con la gente con la que cuenta no puede atender todos los pedidos que llegan de distintos lugares. En este momento, estamos apagando incendios –en relación a los problemas más críticos– y trabajamos para mantener en condiciones las rutas 16 y 20 con tareas de bacheado".
"Distribuir el personal que ingresa a las seis de la mañana demanda un trabajo de logística importante", manifestó Villanueva en relación al recurso humano de la Dirección de Vialidad. El funcionario también admitió estar al tanto de los pantanos que se han formado en estas vías, como el que está cerca de la propiedad de Lado, con una "longitud de 150 metros". Sin embargo, recalcó que los mismos no se pueden arreglar con una motoniveladora por la magnitud de los mismos. "Para eso necesitaríamos una retro con oruga que sirva para trabajar en el barro y en el agua sin problemas", explicó y compartió con los asistentes a la reunión que ya pidió "una máquina con estas características, pero que en estos momentos se encuentra trabajando en la zona de Carbó".
José Colombatto, actual presidente de la Sociedad Rural Gualeguaychú, destacó que este es "un problema que tenemos que afrontar entre todos. Sería bueno que los representantes políticos, como los diputados y senadores del departamento, se hagan eco del estado caótico de los caminos y gestionen para encontrar un principio de solución".
Las escuelas rurales, sin clases por los caminos
Después de las vacaciones de invierno, la Escuela nº99 Martín Doello Jurado, que se encuentra a 12 kilómetros de la Ruta 14, sólo ha podido dar clases dos días por lo intransitables que se encuentran los caminos que usan los chicos para llegar al establecimiento.
Cristina Alem, una de las maestras, contó que muchas familias decidieron abandonar la zona rural y emigrar a la ciudad para que sus hijos puedan estudiar con normalidad y asistir a la escuela todos los días, algo imposible si continuaban viviendo en el campo. "Conozco el caso de un trabajador que actualmente vive sólo en el campo debido a que su esposa y sus cinco hijos tuvieron que mudarse a Gualeguaychú para que los niños tengan una educación".
Por último, durante la reunión se expuso un hecho que por fortuna no terminó en tragedia y que grafica de manera contundente esta problemática: un empleado rural intentó llevar a sus hijos a la escuela en un tractor, pero que volcó por el mal estado del camino. En este caso, todos salieron ilesos del accidente y sólo hubo que lamentar que los pequeños lleguen al establecimiento todos embarrados.
Finalmente, funcionarios de Vialidad, vecinos y productores acordaron solicitar a la cúpula del DPV asistencia inmediata y pedir a los legisladores del departamento que tomen cartas en el asunto.
