El especialista manifestó que “hay mucha gente que se desenvuelve como si no existiera la pandemia y eso juega en contra del sistema sanitario, por eso es importante que al menor síntoma de cansancio, una pequeña molestia en la garganta, un resfrío o decaimiento, no subestimarlos y acudir al hospital. Hay síntomas muy leves e inespecíficos que suceden y a los que no les se da importancia”.
Para Weimberg “están aumentando los casos y creo que hay un sub registro de la circulación real del virus y esto se ve mucho en las internaciones. Es raro ver internado a una persona que ha sido vacunada y si hay algún caso es excepcional. Y además, los contagiados son en su mayoría gente joven, menores de 60 años. Esto se debe, en parte a las nuevas cepas, pero también a que hay gente circulando que esta contagiada y no se da cuenta porque cree que padece un simple resfrío”.
Asimismo precisó que "cada vez se infectan más miembros de una sola familia, lo cual antes no sucedía con tanta frecuencia. Las tres salas de moderados del hospital están prácticamente completas desde hace varios días y se está derivando continuamente a centros privados. Hay mucha gente que está contagiada que no se da cuenta porque es asintomática. La circulación de la enfermedad es muy alta y quizá haya tres o cuatro veces más de gente de la que se cree que está contagiada sin saberlo”.
Expresó que “también estamos viendo muchos pacientes que se recuperan que quedan con secuelas neurológicas y con inflamaciones pulmonares y del músculo cardíaco. Por eso quedan con un agotamiento importante, mucho cansancio y algunas consecuencias que durante bastante tiempo quedan en el organismo de los que han padecido COVID-19".
“Las medidas que han sido adoptadas recientemente no están dando resultado y esto es a simple vista evidente, porque los contagios siguen en aumento. La mayoría de la población está muy descuidada y todo está bastante desmadrado”, concluyó.