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Este miércoles se cumplen 12 años de aquel 30 de agosto de 2011. En esa jornada, que para todos era una más de tantas similares, algo sucedió. Lo Que no cambió y sigue siendo una pregunta sin respuesta es ¿qué pasó con “Pocho” Morales?

Más allá de algunas hipótesis que nunca pudieron ser comprobadas, no hay nada en concreto. El caso sobre la desaparición de Morales sigue siendo una incógnita que cubre a San Jaime de la Frontera, una ciudad entrerriana del departamento Federación, con una pesada capa de intrigas y suposiciones.

La desaparición del entrerriano es reconocida por el Ministerio de Seguridad de la Nación que, al día de la fecha, sigue teniendo publicada su búsqueda y mantiene el ofrecimiento de una recompensa de 1 millón de pesos. Ver publicación del Ministerio de Seguridad.
Desaparecido en democracia
A continuación, se transcribe lo que esta mañana reconstruyó el sitio “Chajarí al Día”:

Allí fue que el 30 de agosto de 2011, Juan José “Pocho” Morales vendió su último boleto de quiniela. Su familia tiene una agencia en la localidad, y él, día a día recorría la ciudad en su bicicleta roja “levantando” jugadas de quienes, en su gran mayoría, eran clientes fijos.

Pero ese día algo sucedió: desapareció Morales y también su bicicleta y todo lo que se suponía llevaba con él. Con el mismo misterio que provoca un ilusionista sacando un conejo de su galera, así, cual arte de magia, desapareció “Pocho” Morales. Desde entonces nada se sabe sobre él.

Al momento de pensar un poco se cae en la conclusión de que algo concreto tuvo que haber sucedido, pero nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que pasó.

Intervino la policía, la Justicia, se buscó aquí y allá, se preguntó a los vecinos, a quienes al parecer lo habían visto por última vez o aquellos que fueron los últimos que hablaron con él o lo saludaron en su recorrida habitual, pero lo cierto es que nadie aportó datos sobre lo que pudo haber sucedido a “Pocho” Morales, y así sigue el estado de cosas 12 años después.

Desde la Justicia se insistió más de una vez que alguien debía saber sobre el tema pero escondía la información, pero el tiempo pasó y jamás esa supuesta valiosa información fue dada a la Justicia.

No hay explicación, al menos hasta la fecha, sobre cómo puede esfumarse una persona, desaparecer de golpe y que no exista ni un hecho que pueda dar una pista firme para dilucidar la cuestión.

El doctor Mariano Larocca Rees, ex fiscal de Chajarí y que fuera quien llevó adelante la investigación, reconoció alguna vez ante nuestro cronista que la desaparición de Morales fue la causa que le quitó el sueño, al tiempo que lamentó no haber podido hacer justicia.

“Pocho” Morales se sumó así a la lamentable lista de desaparecidos en democracia. Hoy se cumplen 12 años del día en que se lo vio por última vez. La comunidad sigue esperando que el hecho se esclarezca alguna vez.
Fuente: Chajarí al Día.

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