A partir de las 7 de la mañana comenzó a formarse una fila de autos en la Aduana que con el correr de las horas se fue incrementando hasta cubrir 15 kilómetros sobre la ruta internacional 136.
Los turistas se bajaban de los autos, caminaban por la banquina y analizaban si quedarse y esperar, o retomar la ruta 14 e intentar cruzar por Colón.
En tanto, personal de Gendarmería se ocupó de parar a los vehículos antes de que subieran al puente, con el objetivo de que no hubiera automóviles detenidos sobre la estructura. Y también se encargó de habilitar el paso a medida que se despejaba la zona de la aduana.