Derrapó unos 30 metros
Cuando el viernes la aeronave iba en viaje fue sorprendida por una fuerte lluvizna y viento, ocasionando que se fuera de pista en la cabecera norte para derrapar unos treinta metros sobre un mojado terreno que dejó la máquina semienterrada. El tren delantero quedó comprometido.
Desde el sábado a la mañana, equipos viales de una empresa privada, asesorados por técnicos del propietario del avión y de aseguradoras, intentaron regresar la nave a la pista de hormigón. Recién en la noche de ayer lograron completar la tarea. Se hicieron varios intentos y era necesario trabajar con cuidado para no dañar los mecanismos de aterrizaje.
Rescate final
El movimiento que se reanudó ayer lunes tenía como objetivo retirar la tierra que absorbió en los últimos días unos 100 milímetros de lluvia y reemplazarla por basalto. Y se aceleró para poder lograr, antes del anochecer, llevar al avión en pista y derivarlo a la de carreteo.El avión ejecutivo de amplia autonomía de vuelo partió desde Carrasco, donde permaneció por unos días y viajó a Salto a embarcar a sus dueños que poseen inversiones agropecuarias en un establecimiento en Paysandú. El destino de los viajeros era su país natal, Alemania, en donde pensaban arribar en un vuelo directo que demanda unas 9 horas.
La moderna aeronave ya ha estado en anteriores oportunidades y también ha utilizado el aeropuerto de Durazno, anteriormente.
