Unas 27 personas que trabajan en la planta de elaboración y administración, más otras 10 que se encontraban en los puestos comerciales como también cumpliendo otras funciones, quedan sin su puesto de trabajo a partir de la decisión adoptada.
“No recibimos leche, debido a la situación del sector, más deuda que se mantiene con algunos tamberos, lo que generó que solo quedaran un par de tambos chicos que solo entregarían unos 5000 litros, lo que es absolutamente insuficiente para poder producir, cuando se necesitarían unos 50.000 litros” contaron.
“Solo quedará el despacho de calle Rocamora, donde venderemos todo lo que nos queda en stock, pero esto será por un par de días”, expresaron.
Los trabajadores están desencantados con la dirigencia política porque siempre fueron anuncios de apoyo, pero nunca hubo medidas concretas para que pudieran salir del estanco. “La industria lechera está por el piso y lamentablemente no se ha cambiado en nada. La situación viene de arrastre, pero solo fueron promesas, nunca una respuesta concreta”, reiteraron los obreros, quienes venían cobrando fraccionadamente unos mil pesos por semana.
La posibilidad de quiebra, y posteriormente que aparezca un inversor es una posibilidad que analizan los trabajadores, quienes hoy sufren por la realidad que atraviesan, principalmente gente que tiene décadas en COTAGÚ y se encuentran a poco tiempo de jubilarse.
