El juego de las diferencias
El arroz requiere del agua como ningún otro cultivo. La prolongación de la sequía este año puso en duda la siembra, pero finalmente llovió y más en Entre Ríos que en Corrientes, donde todavía hace falta un poco más de agua para llenar las represas, por lo que las condiciones para la producción son otras.La ventaja en Corrientes es que se puede implantar más tarde y por lo tanto esperar lluvias durante septiembre y octubre, que llenen los reservorios y con esa agua regar los campos destinados a este cultivo.
En cambio, “en Entre Ríos se riega de pozo y estaría todo listo para el arranque de la siembra. Necesitamos una revancha para el arroz porque en Corrientes y Entre Ríos es una actividad importante”, dijo el productor Jorge Paoloni cuya empresa está radicada en la entrerriana San Salvador donde produce y procesa y exporta el cereal.
“Vamos a tener más área de la prevista”
Con la llegada de las lluvias se recuperaría el área que se pensaba perdida este año. “Gracias a las precipitaciones de estas últimas semanas vamos a tener más área, seguro, de la prevista. Yo estoy en contacto con varios productores y te diría que ya va a aumentar entre 10 y 15%. Las chacras están preparadas”, se alegró el productor.
¿Ayuda la quita de retenciones?
“La quita de retenciones le sirve a la industria y al productor, pues le mejora en 20/25 dólares por tonelada el precio, pero lo que verdaderamente nos perjudica es la brecha cambiaria”, aclaró Paoloni.Como las exportaciones se liquidan al tipo de cambio oficial y mayorista, el ingreso en pesos que recibe la cadena es mucho menor al que podría obtener con un dólar unificado. Para la economía cotidiana, es decir la compra de insumos, lo que rige es un valor del dólar cercano al informal.
“Lo que espero es que cuanto antes se tomen las medidas anunciadas y que las economías regionales tengan una brecha menor a la actual, que es una locura. Sobre 100 dólares cobramos pesos por el equivalente de 45 dólares, eso te saca la competitividad. Por otro lado, en la compra de insumos y repuestos de la maquinaria los precios son en dólares para equiparar la brecha y además te cobran aparte el impuesto PAIS de 7%. El castigo es enorme”, insistió.
Agregó que los arroceros “somos optimistas por naturaleza, sino ya nos hubiéramos ido del cultivo”. Esa actitud es la que los lleva a renovar las esperanzas tras las lluvias y a la espera de que el cambio de gobierno permita que se tomen medidas que regularicen la situación económica.
Los que más sufren
“Lo que está pasando perjudica más al mediano y pequeño productor. Son los que producen en Entre Ríos, donde cada uno maneja en promedio 300/350 hectáreas y que son los que desaparecieron en Corrientes”, precisó.Paoloini fue durante varios años presidente de la Asociación de Plantadores de Arroz de su provincia y en esos años como dirigente le quedó en claro que entre las urgencias de la cadena y los tiempos de la de la política hay una brecha tan grande como la cambiaria.
“Te cansás de explicarle a los funcionarios lo que pasa. En las reuniones te dicen que sí a lo que proponés pero al día siguiente toman las medidas contrarias”, se lamentó y luego agregó: “el arroz quiere estar en la mesa de las decisiones nacionales para generar más actividad y divisas para el país”.
