Pero el ascenso de Jáuregui quedó en suspenso, luego de que este martes la "reunión de acuerdos" no alcanzara el "consenso" necesario, por lo que la decisión fue pospuesta para mañana viernes.
Los mayores cortocircuitos se originaron porque hay otra persona que pretende el puesto que deja libre el alejamiento de Basaldúa. Se trata de la doctora Andrea Morales, actual titular del Juzgado Civil y Comercial 8 de Paraná, quien contaría con una carta de recomendación de la exvocal del STJ, la doctora Leonor Pañeda.
La danza de nombres, que refuerza aún más la denominada "familia judicial", no terminaría allí, puesto que un joven abogado, sobrino del vocal del Superior Tribunal de Justicia Juan Ramón Smaldone , aparece como el principal candidato para cubrir el Juzgado de Familia de Concordia, que quedaría acéfalo en el caso de confirmarse el ascenso de Jáuregui.
El novel profesional, cuyo nombre ya había sonado en mayo de 2017 para ocupar un cargo de secretario, no sólo es pariente de Smaldone sino también de un influyente profesional del derecho que compartiera estudio jurídico con el tres veces exgobernador Jorge Pedro Busti.
La cobertura de las suplencias apelando a un orden de mérito surgido de los listados de quienes ya concursaron ante el Consejo de la Magistratura podría ser una opción para achicar el margen a las arbitrariedades y evitar que se siga convalidando la percepción del Poder Judicial cual si fuera una gran "corporación familiar". Pero, al menos por ahora, no hay indicios de que una alternativa de esta clase pudiera prosperar.
Las turbulencias en la Justicia vinculadas a los nombramientos se han vuelto más visibles que nunca en lo que va de 2018, especialmente por las notorias tensiones que terminaron por abortar la integración de la Sala de Casación Penal de Concordia, para la que había varios anotados.
