Esta disciplina –abreviación de Bicycle Motocross- se practica con bicicletas cross con ruedas de 20 pulgadas de diámetro y abarca, además del Freestyle –estilo libre en español-, la modalidad Carrera.
Nacido en California (Estados Unidos) a fines de la década del ’60, el BMX se organizó por primera vez como asociación en Norteamérica en 1977 con el nacimiento de la ABA (American Bicycle Association) y en 1981 se expandió a nivel mundial con la creación de la Federación Internacional que al año siguiente organizó el primer Mundial, logrando integrarse dentro de la Unión Ciclista Internacional (UCI).
La puesta en escena del Freestyle tiene saltos, giros, volteretas, decenas de trucos que tienen nombres propios con trucos muy arriesgados en el aire o sobre los circuitos que tienen variantes de rampas. El jurado evalúa cada prestación y la califica de 0 a 99,99.
En la actualidad, la práctica del BMX Freestyle tiene una importante cantidad de miembros en la República Argentina, así como también miles de aficionados que suelen practicar en lugares públicos aprovechando escalinatas, barras y bajadas pronunciadas.
De acuerdo a distintas casas de venta, una bicicleta BMX oscila entre los 300.000 pesos hasta el 1.500.000, yendo de una para aficionados a las que utilizan en la competencia oficial.
Desde hace unos años la ciudad de Colón cuenta con un espacio en el histórico Parque Escolar Doctor Herminio Juan Quirós donde los aficionados del BMX, como también del Skateboard (patineta) pueden aprovechar un circuito propio.