Allí manos anónimas prendieron fuego y dañaron un sector del recipiente. A comparación de otros contenedores, este todavia sigue en pie. El último contenedor incendiado, fue el unibado en Estada y Leguizamón, quedando en una masa verde de plástico quemado.
Este accionar se suma a otros, de similares características, cometidos en los últimos meses en diferentes sectores en contra de elementos dispuestos por el Estado en aras de la preservación de la higiene urbana y del espacio público.
Días pasados, se publicó un artículo que dio cuenta de la preocupación de los encargados de la Coordinación de Espacios Públicos ante la "falta de compromiso ciudadano", en lo que hace a sacar a horario la basura domiciliaria, y ante "el mal uso de los contenedores", atendiendo en los episodios vandálicos registrados en la plaza San Martín, en pleno centro, como en el barrio Hipódromo.
Esto motivó a que los funcionarios reflexionaran si se hacía necesario el retiro de tales elementos en virtud del 'maltrato' del que son objeto. Al respecto, se hizo saber que la Fiscalía Administrativa de Asuntos Municipales comenzó a multar a quienes no respetan el horario de recolección o depositan desechos en lugares indebidos. Las multas, regidas por la ordenanza número 3.654, que establece sanciones progresivas, duplicadas por reincidencia, para quienes arrojen desperdicios en la vía pública, a contar de la suma equivalente al 35 por ciento de la categoría 6 del escalafón municipal, más los costos que resulten de su eliminación.
