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La denuncia fue formulada por un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Ciencias de la Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER: Camila Montesino Marsico, Melina Albornoz, Karen Gareis, Luna Badaracco, Jorgelina Alarcón, Gina Túrtula y Paola Casco.

Sus nombres figuran en el expediente que se abrió en la institución en junio de 2017, en el que se reprocha la conducta de acoso y violencia de género por parte de un docente adscripto a la cátedra de Sociología de la Educación.

Las mismas estudiantes se encargaron de relatarlo en las redes sociales. Allí cuentan que la resolución que finalmente adoptó la Universidad con su denuncia -considerarla violencia de género por parte de un docente sobre sus alumnas- fue resultado "de todo un año de trabajo, lecturas, recorridos, idas, vueltas, lucha, empoderamiento, sororidad, tragos amargos y también logros compartidos".

Y relatan: "Somos un grupo de mujeres estudiantes de la facultad, que cursamos la Cátedra Sociología de la Educación en diferentes años, (2015, 2016, 2017), todas con la misma incomodidad: el adscripto de esa cátedra, Esteban Rezza, quien nos escribía por Facebook".

"Esta persona nos mandaba mensajes personales y, aunque teníamos un grupo institucional en esa red social, él usaba dicho medio para contactarnos de forma 'privada'. A algunas nos consultaba acerca de qué nos parecía la cátedra o nos pedía sugerencias de los temas que estábamos trabajando, cuestiones que en el marco de la cátedra, personalmente, no ocurría. Esto último nos generaba mucha incertidumbre e incomodidad, ya que sus mensajes no tenían nada que ver con las formas y la metodología de trabajo del equipo de profesores de esa materia. Con otras compañeras sus preguntas se transformaban en apreciaciones sobre sus formas de trabajar en el aula, de ser, entre otras cosas que nos parecían desagradables y totalmente fuera de lugar", dice el texto.

"Estos mensajes generaron una incomodidad general entre muchas de las mujeres que íbamos a la clase. Internamente nos preguntábamos si nos escribía porque le parecíamos débiles o porque buscaba algo en nosotras, sentíamos vergüenza, inseguridad, incomodidad, muchas clases nos paralizábamos y decidíamos no participar ya que pensábamos que eso podría llamar la atención y a la noche, volver a recibir un mensaje de Esteban Rezza", apunta la denuncia de las estudiantes.

"Al principio nos creíamos solas y culpables, pero a medida que pasaba el tiempo, nos enterábamos que a compañeras, con quienes compartimos una amistad, les pasaba lo mismo, y a todas nos costaba poder decirlo. Entre comentarios de pasillo un día decidimos hablar", recuerdan.
La denuncia
"El Consejo Directivo fue el lugar que decidimos para denunciar en conjunto. No fue fácil, ya que nuestra Facultad nunca había recibido una denuncia por un caso de Acoso -violencia de género- pero las pruebas estaban al alcance de la mano, nuestros testimonios tenían mucha coherencia entre ellos y hablaban por sí solos", añadieron.

El equipo encargado de recibir la denuncia quedó conformado por Alicia Naput, María Isabel Martínez y el abogado Federico Ornik. "A lo largo de aproximadamente un año pasamos por muchas situaciones administrativas que eran necesarias a la hora de denunciar: adjuntar las pruebas, ampliarlas con la declaración, saber que Rezza iba a utilizar su derecho a la defensa, etc. Luego de todo esto, Federico Ornik, el asesor legal de la facu e instructor sumariante, presentó su informe final argumentando que, a su criterio, no existió acoso en los hechos que denunciamos, tampoco violencia de género o abuso de autoridad. Sin embargo, en el informe final de la Asesora en cuestiones de género aparecía muy claro lo que nosotras sentíamos", recordaron.

La docente Alicia Claudia Naput lo dejó por escrito en la investigación interna: "Por las razones expuestas (…) entiendo que el Consejo Directivo debería, una vez establecido el marco normativo, de acuerdo a los hechos denunciados, considierar la calificación de las conductas del denunciado, Licenciado Esteban Rezza, las que -a mi criterio- constituyen acoso (forma de violencia de género)".

La "conducta de acoso (al menos verbal) se basa en una relación de poder que a la vez que se reconoce vicaria de la relación de asimetría educativa, la pervierte lesionando la libertad de las estudiantes, al infundir miedo, vergüenza e incertidumbre en las situaciones de copresencia áulicas (en las que debiera proliferar una asimertía sostenida en la confianza y el cuidado al servicio del aprendizaje)".

Así lo establece la resolución N° 561 que adoptó el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias de la Educación en un texto aprobado el 7 de diciembre último y caratulado "Situación de alumnas de Sociología de la Educación".

Federico Ornik, asesor legal de la Facultad de Ciencias de la Educación, tuvo una posición en disidencia, al aconsejar "desestimar" la denuncia y sugerir que el equipo de cátedra de Sociología de la Educación debiera incluir en su informe final una mención respecto del adscripto Esteban Rezza, señalando que se "excedió" en los comentarios que hacía en las redes sociales con las alumnas mujeres.

Pero el Consejo Directivo decidió en cambio seguir el dictamen de la asesora en cuestiones de género, Alicia Naput, y consideró la denuncia presentada por las estudiantes el 22 de junio de 2017 como "violencia de género". Rezza, el denunciado por las estudiantes, ya no ejerce como adscripto en Sociología de la Educación.
El caso en UADER
Un docente universitario fue separado de su cargo en Paraná tras ser denunciado por acoso y violencia de género. La medida fue tomada por las autoridades de la Facultad de Humanidades, Arte y Ciencias Sociales -Fhaycs-, dependiente de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader). El acusado fue notificado y hay una causa penal en marcha.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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