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Joaquín Sofredini vivió hasta los 18 años en Paraná, cuidad en la que comenzó a forjar su vocación artística desde temprana edad, de la mano del canto y el teatro. Al terminar la escuela Secundaria se fue a estudiar a Santa Fe, hasta que ganó una beca del Fondo Nacional de las Artes y se mudó a Buenos Aires.

Como contratenor y compositor de diversos estilos musicales, empezó a triunfar en la gran ciudad y pronto comenzaron a alentarlo para que se fuera a continuar su carrera en Europa. Sin embargo, extrañando a su familia, que hoy vive en Sauce Montrull, mucho veces pensó en volverse a Entre Ríos y demoró la decisión de partir al Viejo Continente.

Cuando por fin sintió que era el momento y que sus proyectos estaban madurando como anhelaba, viajó para instalarse en Londres, en Inglaterra, donde este fin de semana que pasó permitieron la reapertura de bares y restaurantes.

Hasta ayer el Reino Unido registraba 44.220 fallecidos por Covid-19 desde que comenzó la pandemia, y si bien se detectaron el fin de semana 516 nuevos contagios, ya no hay que cumplir con un confinamiento obligatorio. Incluso desde el próximo sábado quedarán abiertas las fronteras para el ingreso de turistas provenientes de España, Italia, Francia y Alemania, y en breve podrían sumarse otros países.

Joaquín lleva casi seis meses en Londres. Arribó el 7 de febrero, sin siquiera imaginar que un mes más tarde la Organización Mundial de la Salud (OMS) iba a declarar la pandemia y que el coronavirus avanzaría rápidamente hacia otros países fuera de China y llegaría a la capital del Reino Unido.

Para entonces ya había sido invitado a participar como jurado en el prestigioso festival internacional Stars of the Albion, en el que recibió un reconocimiento por su trayectoria. Pero mientras se preparaba para comenzar una serie de conciertos, la suspensión de los espectáculos le bajó el telón a sus planes iniciales.

Fue un momento crucial, en el que debió decidir su futuro cercano: quedarse a cumplir sus objetivos y sus sueños, sorteando de algún modo los desafíos que el Covid-19 le impuso al mundo, o volver junto a su familia a Entre Ríos. “Si bien tenía la seguridad de que venía a quedarme, cuando empezó la pandemia en un momento me lo replanteé, sobre todo por mi familia, y porque no sabía si Konstantine, la persona con la que vivo en Londres, se iba a ir para estar con su familia”, contó a UNO el joven, que finalmente decidió quedarse en el exterior. “Hablé con mi familia, y me dijeron que estaban todos bien, que me quedara en Londres, que no había problema, y llegué a la conclusión de que era lo mejor”, manifestó.

Asimismo, aseguró: “Mi mayor preocupación era mi madre, pero mi familia está en Sauce Montrull y eso me dio tranquilidad y van llevando bastante bien la situación. Además, si quisiera volver ahora, no podría”.
Reinventarse en tiempos de pandemia
Por otra parte, comentó: “Estábamos por presentarnos en un concierto y una semana antes empezó todo el tema de aislamiento, así que todos los viajes y conciertos quedaron suspendidos. Todo quedó postergado para los artistas, para un futuro que no sabemos cuando llegará”.

No obstante, las posibilidades del mundo virtual configuraron un escenario en el que pudo desplegar su talento en este tiempo, y a principios de abril participó en el denominado Outside In Online Festival, en el que consagrados artistas compartieron su música en las redes sociales durante seis días, en su caso con “un repertorio pop clásico muy relajante en la terraza bajo el sol”, según anunció su par Konstantine, quien con su música también formó parte del megaevento junto al entrerriano.

“Hemos hecho algún que otro concierto también, además de participar de este festival online, tratando de arreglarnos entre nosotros, como podemos, para poder salir adelante. Seguramente pronto vamos a retomar las actividades artísticas”, señaló Joaquín, mientras confió que fue justamente en la terraza de su vivienda donde tuvo su único contacto con el exterior mientras duró la cuarentena en Inglaterra. En este marco, aseveró: “Soy obsesivo de los cuidados, usando alcohol en gel desde la gripe A. Obviamente fue terrible, como lo fue para todo el mundo, estar dos meses encerrado: en lo particular no salí a ningún lado, excepto a la terracita a tomar sol”.

“Era Konstantine quien se ocupaba de ir al supermercado”, explicó, y reflexionó: “Cuando decidí quedarme en mi casa acá era invierno, y cuando por fin salí, ya era primavera. Salí un día de sol y está bueno sentir la sensación de libertad, uno toma otra dimensión respecto a ciertas cosas y las empieza a valorar más”.

Asimismo, explicó: “La verdad es que no tengo real conciencia de cuánto duró el aislamiento obligatorio, creo que fueron menos de dos meses, pero yo lo comencé antes, como la mayoría de las personas acá, que al ser más frías y mentales no necesitaron que nadie les dijera que tenían que cuidarse de este modo, sino que dejaron de salir por el simple hecho de ver lo que estaba pasando en el mundo”.

Con la esperanza de volver pronto a compartir su música de manera presencial, el paranaense que decidió quedarse a conquistar al público europeo, dejó en claro que siempre sus raíces forman una parte importante de su cotidianeidad: “Si bien siento que pertenezco al mundo y canto en distintos idiomas, todo el tiempo estoy escuchando música argentina de diferentes estilos, desde pop nacional hasta Mercedes Sosa, que me encanta”, destacó, con la humildad de los grandes artistas, apenas unos días después de haber escrito en su muro de Facebook: “Vi que el Instagram de un canal de Paraná, ciudad en la que nací, habían compartido mi video. Fue una grata sorpresa, debo decir, ya que uno puede recibir los premios y las distinciones más grandes, pero cuando el lugar donde creciste te reconoce y te nombra se siente una satisfacción distinta”, y dijo a modo de conclusión: “Reconozco con orgullo y amor el lugar de donde vengo”.
Fuente: Diario Uno

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